Una policía de Minneapolis, cerca de donde se sigue el juicio por la muerte de George Floyd, mató a un negro -afromericano-.

Peor lo que en tiempos de Trump era brutalidad policial, ahora se ha convertido, en los medios españoles, por ejemplo en RTVE, en “una presunta agresión”, con explicación exculpatoria: la policía -encima era una mujer, ergo es inocente- confundió su pistola de descargas eléctricas con la pistola de balas, propiamente dicha.

No es lo mismo, dónde vas a comparar.

Recuerden que la entonces candidata Kamala Harris, al surgir el caso Floyd y dispararse el movimiento Black Lives Matter (BLM). Dijo aquella de “no les van a detener y no deberían detenerse”.

El salvajismo callejero, la toma de zonas urbanas por los manifestantes del secuestro de cuerpos policiales por tan pacíficos manifestantes, era una forma del Partido Demócrata para echar a Donald Trump.

Pero ahora ya no sirve. Ahora la brutalidad policial es presunta agresión y todo fue obra de un error, no de un horror racista. En cualquier caso, doña Kamala. ¿deberían detenerse las protestas violentas de ahora mismo?