Repsol se rodea de aliados para acelerar en renovables, al mismo tiempo que defiende una transición energética que “atienda a intereses estratégicos” y “basada en nuestras capacidades industriales y tecnológicas”, como ha recordado recientemente su CEO, Josu Jon Imaz, sin “demonizar energías”. Y ahora suma a Orsted, la mayor eléctrica de Dinamarca y líder en eólica marina, para crecer en eólica marina flotante, en concreto, con el fin de explorarla y desarrollarla en España.

La compañía multinergética que preside Antonio Brufau quiere ser relevante también en nuestro país en la tecnología de la eólica marina, donde ya tiene experiencia al participar en el proyecto Windfloat Atlantic en la costa de Portugal. De hecho, es uno de los miembros del consorcio que lo impulsa (WindPlus), junto a EDP Renovables (la filial verde de la energética lusa EDP), la energética francesa Engie y Principle Power (proveedor estadounidense que es líder mundial de tecnología y servicios para el mercado de energía eólica marina flotante).

Repsol ya cuenta con más de 3.700 megavatios (MW) de capacidad en generación de bajas emisiones y la ambición de llegar a 6.000 MW en 2025 y a 20.000 en 2030. Mientras, Orsted tiene 13.000 MW y aspira a 50.000 

Ahora suma como aliado a Orsted, que cuenta con tres décadas de experiencia en desarrollo, construcción, explotación y propiedad de parques eólicos marinos fijos, y que se ha adjudicado su primera zona de arrendamiento de energía eólica marina flotante frente a la costa de Escocia. Asimismo, tiene una creciente cartera de proyectos de eólica terrestre, solar e hidrógeno renovables, y la ambición de llegar a 50 gigavatios (GW) instalados de energía verde en 2030, frente a los 13 GW (lo que equivale a 13.000 megavatios, MW) con los que cuenta hasta ahora entre eólica marina y terrestre y biomasa.

Por su parte, Repsol ya cuenta con más de 3.700 megavatios (MW) de capacidad en generación de bajas emisiones y la ambición de llegar a 6.000 MW en 2025 y a 20.000 MW en 2030. Por eso no sólo apuesta por sumar un socio minoritario en su negocio renovable (la puja está abierta y hay mucho interés -entre otros estarían los fondos Predica, Mirova y Omers, las aseguradoras Axa y PGGM, y Pontegadea), pero al mismo tiempo se ha lanzado a dar entrada a socios minoritarios en proyectos fotovoltaicos y eólicos que van entrando en operación (Pontegadea ha adquirido el 49% de Delta y The Renewables Infraestructure Group -TRIG-, el 49% de Valdesolar), y también apuesta por las alianzas, además de con Orsted, se ha aliado con Telefónica para impulsar el autoconsumo fotovoltaico

La eólica marina flotante puede ser otra alternativa para ayudar a descarbonizar España y superaría la dificultad que tenía la eólica marina (las costas no lo permitián al contar con un fondo marino demasiado profundo para instalar aerogeneradores). Tras varios años de pruebas a pequeña escala, la eólica marina flotante está a punto de comercializarse, y se espera que alcance un mercado mundial de 21.000 MW de capacidad instalada en 2035, de los que España aspira a 3.000 MW para 2030, como se recoge en la hoja de ruta aprobada el pasado diciembre.