Repsol se ha aliado con Telefónica España, otro paso más dentro de su ambición de acelerar en generación renovable, aunque al mismo tiempo también defiende una descarbonización “sin condicionar tecnología y sin destruir industria”, como ha afirmado recientemente su presidente, Antonio Brufau. Ahora junto a la teleco impulsará el desarrollo del autoconsumo fotovoltaico, con el que los clientes ahorrarán en su factura... algo que dado el contexto de elevados precios energéticos no es baladí.

Tanto la compañía multienergética como la teleco quieren liderar este segmento de negocio y ofrecer soluciones personalizadas a particulares, comunidades de vecinos y empresas (tanto grandes como pymes) de autoconsumo, incluyendo asesoramiento, instalación de los paneles solares, monitorización, mantenimiento y otros servicios de valor añadido en relación a la gestión energética del hogar. Así, los clientes producirán su propia electricidad renovable libre de emisiones de CO2 (la vicepresidenta ecológica Teresa Ribera estará contentísima) y se garantizarán ahorros en su factura eléctrica desde el primer momento. Repsol y Telefónica controlarán a partes iguales la nueva sociedad, que tendrá su propio equipo gestor, y explorarán oportunidades adicionales para impulsar otros servicios energéticos en hogares y empresas. 

Repsol ya tiene 1,35 millones de clientes de luz y gas, así como más de 3.700 megavatios de capacidad en generación de bajas emisiones y la ambición de llegar a 6.000 MW en 2025 y a 20.000 MW en 2030, por eso quiere más socios

Desde Telefónica España, su presidente, Emilio Gayo, ha destacado que es “un acuerdo estratégico entre dos compañías líderes” que aportan su conocimiento en dos aspectos clave (conectividad e instalación y gestión de paneles fotovoltaicos para aprovechar la energía solar), y a la vez, “nuestros clientes , además de gestionar eficientemente su gasto y ahorrar, contribuirán a crear una sociedad más sostenible”.

María Victoria Zingoni, directora general de Cliente y Generación Baja en Carbono de Repsol, ha referido que es una “importante asociación que muestra la apuesta de ambas compañías por el consumidor, que cada vez más quiere ser partícipe de la transición energética produciendo su propia energía”. Repsol ya tiene 1,35 millones de clientes de luz y gas, así como más de 3.700 megavatios de capacidad en generación de bajas emisiones y la ambición de llegar a 6.000 MW en 2025 y a 20.000 MW en 2030, por eso está apostando por sumar a un socio minoritario en su negocio renovable (la puja está abierta y hay mucho interés -entre otros estarían los fondos Predica, Mirova y Omers, las aseguradoras Axa y PGGM, y Pontegadea) y también por dar entrada a socios minoritarios en proyectos fotovoltaicos y eólicos que vayan entrando en operación, como ya sucedió en Delta (el vehículo inversor de Amancio Ortega adquiriço un 49%). Eso sí, al mismo tiempo que quiere acelerar en renovables, Repsol trabaja en la descarbonización del resto de su negocio apostando por la industria, y la última muestra se puede ver en que acaba de iniciar la construcción de su primera planta de biocombustibles avanzados en Cartagena, que ayudará a descarbonizar emisiones del transporte ligero, pesado, naval y aéreo.