Orsted (antigua Dong Energy), como General Electric, no ha brillado más en 2021. Y es que ha reducido su beneficio neto un 30%, a 1.463 millones de euros, pese al fuerte alza de ingresos (+55%), mientras que la estadounidense ha vuelto a pérdidas millonarias y prepara su escisión en tres negocios (salud, energía y aviación).

La eléctrica más grande de Dinamarca ha celebrado en bolsa (+4%) la facturación obtenida de 10.442 millones, de los que más de la mitad (5.693 millones, un 22,6% más) proceden de la eólica marina. No obstante, Orsted es la mayor desarrolladora mundial de esta energía. Le siguen la rama de bioenergía y otro tipo de fuentes, con 4.606 millones (+60%), y la eólica terrestre, con 137 millones (+38,9%). Eso sí, los costes asociados a las ventas se han duplicado respecto a 2020, situándose en 7.140 millones, mientras los gastos de personal se han mantenido estables en 577 millones y el resto de gastos externos en 774 millones.

En el cuarto trimestre, le fue mejor que en el conjunto del año, en concreto, ganó 438 millones, un 49% más que un año antes, y duplicó sus ingresos, llegando a 4.123 millones.