Macy’s es otra impulsora de la cultura de la muerte en EEUU, pues financia abortos, como otras muchas compañías: anunció que cubrirá los gastos de viaje de sus empleadas para abortar, después de que el Tribunal Supremo de EEUU proclamara el derecho de la vida, anulando el fallo de Roe vs. Wade (este legalizó el aborto en 1973), poniendo fin a la protección legal del aborto y dando inicio a la batalla por la vida. Y ha tropezado en resultados en su segundo trimestre fiscal (mayo a julio), porque ha ganado 277 millones de euros, un 20,3% menos por mayores costes operativos, y ha rebajado las previsiones para el conjunto de su ejercicio.

La cadena de grandes almacenes estadounidense también vio descender sus ventas un 0,8%, a 5.646 millones, entre mayo y julio. “Creemos que estamos bien posicionados para responder a las conductas cambiantes de los consumidores. Pese a las presiones inflacionistas, los consumidores siguieron comprando en Macy’s como un destino de estilo y regalos”, ha presumido su presidente y CEO, Jeff Gennette. Y eso que el coste de los productos vendidos subió un 2,1%, a 3.450 millones; y los gastos de venta, generales y administrativos se incrementaron un 4,4%, a 1.997 millones.

En bolsa, Macy’s acumula una depreciación bursátil del 29% en lo que va de año. Eso sí, en el conjunto de su primer semestre fiscal (febrero a julio) ha logrado buenas cifras: un beneficio neto de 566 millones (+25,2%) e ingresos de 11.038 millones (+5,7%), gracias en parte a los fuertes aumentos registrados entre febrero y abril. Unas cifras semestrales inferiores a las obtenidas por Walmart, que también financia abortos, y que ganó 7.058 millones (+2,8%) e ingresó 288.500 millones (+5,4%) entre febrero y julio. 

Y una curiosidad: Macy’s se lanza a financiar abortos, pero no hay que olvidar que produce el desfile de Acción de Gracias -feista de origen religioso- que recorre las calles de Nueva York y patrocina el espectáculo de fuegos artificiales del 4 de julio, Ante todo, coherencia.