Ericsson cerró los nueve primeros meses del año con un beneficio neto de 20.143 millones de coronas (1.830 millones de euros), frente a las pérdidas de 4.505 millones de coronas (410 millones de euros) registradas en septiembre de 2024. Entonces, la culpa fue del deterioro de los activos. En el presente ejercicio, sin embargo, la vena de Iconectiv -su unidad de enrutamiento-, en agosto, impulsó el beneficio en 7.600 millones de coronas (690 millones de euros).

Eso está bien, pero estamos en lo de siempre: son ingresos extraordinarios que sólo se producen una vez. Además, Ericsson ya no podrá contar con los ingresos de ese negocio. Precisamente, ese fue el punto débil del ejercicio. La multinacional sueca redujo las ventas un 4%, hasta los 167.396 millones de coronas (unos 15.195 millones de euros), hasta septiembre.

Estos resultados de Ericsson se producen mientras la compañía continúa su proceso de reorganización que esta vez, sí, afecta a su filial española (el de 2023 no lo hizo), donde mantiene tres centros de I+D+i. De momento, como les contamos en Hispanidad, la reorganización implica la pérdida de la autonomía comercial de la filial española y la salida de unos 300 empleados, el 13% de la plantilla en nuestro país.

En definitiva, Ericsson se recupera al registrar beneficios, pero sólo a medias porque las ventas continúan cayendo.