Cepsa coge altura en su descarbonización, pues acaba de lanzar un acuerdo con el Grupo Iberia (que engloba a la aerolínea Iberia y a la low cost Iberia Express, y que a su vez pertenece a IAG), para ayudar a que la industria aérea sea cada vez más baja en carbono. Entre otros aspectos, se alían para desarrollar, producir y suministrar biocombustibles sostenibles para la aviación (SAF).

En concreto, estos biocombustibles serán una realidad a partir de residuos, aceites usados reciclados u otras materias primas de origen vegetal sostenible. Un acuerdo que incluye otras alternativas energéticas, como el hidrógeno renovable (del que se acaba de constituir un gran consorcio en España formado por 33 empresas y entidades, entre las que está Iberia) y la electricidad, para fomentar la movilidad sostenible tanto en aeronaves como en flotas terrestres (vehículos para el suministro, las operaciones de carga y descarga de equipajes, asistencia al avión y remolcado hasta la pista de despegue).

Aparte de biocombustibles sostenibles para la aviación (SAF), la alianza incluye otras alternativas energéticas, como el hidrógeno renovable y la electricidad, para fomentar la movilidad sostenible tanto en aeronaves como en flotas terrestres

Esto es un paso más en la energética que controlan el fondo soberano de Abu Dabi, Mubadala, y el fondo de inversión estadounidense Carlyle (en un 61,5% y en un 38,5%, respectivamente) de cara al giro verde centrado en el cliente que quiere dar a todos sus negocios. Todo ello bajo la batuta del nuevo CEO, Maarten Wetselaar, que se incorporó el pasado 1 de enero, y de su nuevo equipo, que se cerró la semana pasada tras varias incorporaciones (Carmen de Pablo, Savvas Manousos y Carlos Barrasa). Precisamente, Barrasa es un ex de BP, la petrolera británica es líder mundial en el suministro de combustibles de aviación -especialmente queroseno- y lo hace a través de su división especializada Air BP. Conviene destacar que Andreea Moyes, directora global de Sostenibilidad en Air BP, refirió que “la aviación representa alrededor del 2% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero”, en un artículo en Avion Revue a mediados del pasado junio, pero a pesar de esto “el sector está tomando medidas”.

Una nueva muestra de esto último se puede ver en la alianza entre Cepsa e Iberia, con la también destacan que se contribuye a la consecución de la Agenda 2030 y a los Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS). En concreto, a los objetivos 7 (Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna), 8 (Promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo digno) y 13 (adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos)… y no hay que olvidar que el ODS3 se titula ‘Salud y bienestar’ e incluye la promoción del aborto, eso sí, bajo el eufemismo de la salud sexual y reproductiva (se quiere garantizar el acceso universal a estos servicios para 2030).

Wetselaar destaca que la alianza “muestra la apuesta de Cepsa por la sostenibilidad y la firme determinación de apoyar a nuestros clientes, dotándolos de soluciones viables que aceleren su transición energética”

Wetselaar ha destacado que la alianza “muestra la apuesta de Cepsa por la sostenibilidad y la firme determinación de apoyar a nuestros clientes, dotándolos de soluciones viables que aceleren su transición energética”, una compañía que es “referente en el suministro de combustibles para el sector aéreo”. Y para su descarbonización “es imprescindible el desarrollo, producción y distribución de los combustibles de origen sostenible a precios asequibles y en cantidad suficiente para abastecer a las aerolíneas”, ha señalado Javier Sánchez-Prieto, presidente y CEO de Iberia. Por su parte, Carlos Gómez, CEO de Iberia Express, ha subrayado que “es el momento de crear sinergias entre compañías que tenemos un mismo objetivo, poder desarrollar nuestra actividad y nuestras operaciones minimizando el impacto ecológico”.

Una descarbonización del sector aéreo donde destaca la apuesta por el SAF, que puede reducir las emisiones de la aviación hasta en un 80% respecto al queroseno convencional durante todo su ciclo de vida, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA). Y por la que están apostando fuertemente, como parte de IAG, tanto Iberia como Iberia Express: se han comprometido a lograr cero emisiones netas en 2050 y a operar un mínimo de un 10% de sus vuelos con combustibles de origen sostenible en 2030. Claro que Iberia no sólo ha apostado por Cepsa, porque el pasado julio firmó un convenio con Repsol que incluía también actividades relacionadas con los combustibles para aviación de origen sostenible, la electricidad y el hidrógeno renovable, así como la gestión energética de instalaciones mediante sistemas avanzados e instalaciones de autoconsumo.