El apagón masivo de electricidad que llevó a negro la Península Ibérica el pasado 28 de abril es la penúltima excusa de Alcoa para no cumplir sus compromisos de rearranque de las cubas de electrólisis de su planta de San Ciprián (situada en el municipio de Cervo, en la provincia de Lugo). Y todo ello, a pesar de que ya cuenta con un socio y más ayudas públicas... y ha dejado atrás las pérdidas.

Molly Beerman, vicepresidenta ejecutiva y directora financiera de Alcoa

 

Molly Beerman, vicepresidenta ejecutiva y directora financiera de la mayor productora de aluminio estadounidense, ha señalado que “los planes de puesta en marcha están a la espera de la respuesta del Gobierno y del operador de la red (es decir, Redeia)” para conocer las causas del citado apagón, las medidas para evitar que suceda en el futuro y las posibles compensaciones en la factura eléctrica. Por ahora, en el tema de las causas, deben esperar sentados porque la investigación se prevé que dure meses y por ahora, la CNMC no culpa a las renovables, como sí hacen la mayoría de expertos; y el Gobierno descarta el ciberataque y sitúa el origen en las provincias de Granada, Badajoz y Sevilla, pero sin detallar en qué instalaciones. Además, Greenpeace ha ampliado su caradura para, al estilo de Pedro Sánchez, cargar contra la energía nuclear.

“Estamos agradecidos de no haber estado funcionando a plena capacidad. Eso habría sido un incidente de seguridad, podría haber generado problemas ambientales, por no mencionar las consecuencias financieras de la pérdida de la producción total”, subraya Molly Beerman, vicepresidenta de Alcoa

Planta de aluminio de Alcoa situada en el complejo de San Ciprián (Cervo, Lugo)

 

En el momento del citado apagón, Beerman ha recordado que la planta de San Ciprián tenía 41 cubas funcionando, de las 512 que hay en total, y tras el apagón, logró “salvar 14 cubas”. “Estamos agradecidos de no haber estado funcionando a plena capacidad. Eso habría sido un incidente de seguridad, podría haber generado problemas ambientales, por no mencionar las consecuencias financieras de la pérdida de la producción total”, ha subrayado. Conviene recordar que Alcoa se había comprometido a tener en funcionamiento el 100% de las cubas de electrólisis para octubre de este año, un plan que retrasó frente a lo previsto en un principio.

Ahora, con el apagón, parece que ha encontrado una nueva excusa para justificar un retraso del plazo. No hay que olvidar que Alcoa quería vender la única planta que le queda en España, pero como no logró ninguna oferta viable, optó por colocar el 25% a la energética Ignis por 25 millones de euros, conservar la gestión y la propiedad del 75% restante, e ‘invertir’ 75 millones. Su nuevo socio acaba de llevarse una ayuda de 15 millones para un proyecto de hibridación de tecnologías convencionales con nuevas tecnologías renovables para la electrificación y la descarbonización de la demanda cuya inversión se estima en 38 millones y que se levantará en Cervo, según ha informado Economía Digital.

Sin embargo, el presidente de su comité de empresa, José Antonio Zan, ha subrayado que el arranque de las cubas podría acometerse “a día de hoy sin problema alguno. Están preparadas y hay gente lista para arrancar esas cubas”, en declaraciones a COPE. También ha subrayado que “el programa con el apagón” que refiere Alcoa “tiene que ver con treinta cubas, que tuvieron que pararse, pero que van a ser metidas en el seguro y las acabará pagando el Estado” al considerarse como daños provocados por la caída de la red eléctrica. “En 40 años hemos tenido un apagón, pero eso está el seguro. Alcoa siempre tuvo seguro en fábrica. Para eso también están el Gobierno y la Xunta para apoyar en lo que haga falta”, ha añadido.