Renfe está viviendo un año negro al verse golpeado por el coronavirus y las restricciones de movilidad: ha tenido unas pérdidas de 382 millones de euros hasta octubre y estima que estas se reduzcan un poco, hasta los 200 millones, para el conjunto del ejercicio, según El Economista. Y todo ello, sucede en vísperas de la liberalización del AVE: es decir, la entrada de los franceses SNCF y los italianos Ilsa como competidores.

El operador ferroviario español ya ha devuelto 1,3 millones de billetes a los viajeros, por un importe de casi 49 millones de euros. En concreto, durante el primer estado de alarma (entre el 14 de marzo y el 21 de junio), devolvió más de 1 millón de billetes por 38,5 millones de euros, y con los distintos rebrotes, desde el pasado 3 de octubre, ha reintegrado el importe de 286.475 billetes por 10,3 millones.

Renfe ha tenido que hacer ajustes en su plan estratégico, pues los ingresos se han situado en 2.355 millones (-30%), sobre todo, por el desplome de la venta de billetes. Por ello, ha descartado, por ahora, lanzar el AVE low cost (el denominado AVLO), pero quiere diversificar ingresos con su plataforma de movilidad Renfe as a Services (RaaS): se trata de una nueva plataforma tecnológica que integrará distintos modos de transporte (tren, bici, metro, autobús, carsharing, patinete, etc.) que ofrezcan al cliente una solución de primera y última milla para organizar su viaje de principio a fin, con un pago único y dentro de una misma aplicación. Ahora busca un socio tecnológico y comercial para desarrollar RaaS y espera que pueda empezar a funcionar a finales de 2021 y que aporte unos ingresos adicionales de entre 38 y 156 millones en los siguientes cinco años.