La exministra de Educación británica, Justine Greening, pidió hoy la celebración de un segundo referéndum sobre el "brexit" y calificó el plan de Chequers de la primera ministra británica, Theresa May, como "una chapuza". En un artículo publicado hoy en el diario The Times, Greening dice que el acuerdo sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea remitido la pasada semana por el Ejecutivo británico a Bruselas "contiene lo peor de ambos mundos".

Recordemos que, recientemente, el gabinete de la primera ministra británica, Theresa May, perdió a otro de los defensores del Brexit duro, Boris Johnson. El ministro de Asuntos Exteriores y el rostro de campaña a favor de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) en el referéndum de 2016 presentó su dimisión. El gesto profundizó todavía más la crisis en un dividido Ejecutivo británico.

Y otro que dimitió fue el negociador del Brexit con la Unión Europea, David Davis, después de que el Gobierno británico acordara un plan de futura relación con la UE que contempla la creación de un mercado común de bienes, lo que había sido criticado por los conservadores partidarios de un 'Brexit' duro. La marcha de Davis fue un duro golpe para Theresa May, que perdió a su negociador del 'Brexit' con Bruselas y a una figura clave para mantener el equilibrio dentro de su Ejecutivo.

La primera ministra británica ha defendido de nuevo su propuesta sobre el brexit. "De momento no han dicho que no", indicó 

Para mayor pitorreo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aconsejó a May que demandara a la Unión Europea (UE) en lugar de negociar los términos del brexit, según ha confesado este domingo May durante una entrevista en la cadena pública BBC.

Sin embargo, la primera ministra británica ha defendido de nuevo su propuesta sobre el brexit, que precipitó la semana pasada la dimisión de dos de sus principales ministros, y evitó pronunciarse sobre qué ocurrirá si Bruselas rechaza el acuerdo. "De momento no han dicho que no", indicó y aseguró que los Veintisiete quieren estudiar su propuesta, que "beneficia el interés nacional", recoge 20 Minutos.

A su juicio, su Libro Blanco del brexit protege el empleo y asegura que no habrá necesidad de una frontera "dura" en Irlanda del Norte. Con todo, reconoció que se había visto obligada por Bruselas a introducir cambios en sus planes originales sobre el brexit, pero, aún así, estos representan un "buen acuerdo para el Reino Unido". La jefa del Gobierno británico insistió en sus 'líneas rojas' y recordó que no es negociable la salida de la unión aduanera, ni el fin del libre movimiento de personas, ni tampoco el fin de la jurisdicción del Tribunal de Justicia Europeo. Además, sentenció que, en su opinión, "que no haya acuerdo es mejor que un mal acuerdo" aunque, matizó que sigue pensando que lo mejor es "un trato que establezca una buena relación" con el bloque comunitario.