Si PRISA ya tenía problemas antes del coronavirus, imagínense ahora. El grupo que preside Javier Monzón ha decidido rebajar la retribución del Consejo de Administración un 20% y la del consejero delegado, Manuel Mirat, un 35%. Eso está muy bien, pero la compañía, en el comunicado que remitió el martes por la tarde a la CNMV, no aclara si aplicará un ERTE a la ya castigada plantilla.

Ahora más que nunca, tras la fallida colocación de Media Capital a Cofina, se hace necesaria la venta de Santillana. Según los analistas del Sabadell, la venta o salida a Bolsa del 30% de Santillana permitiría reducir la deuda financiera de PRISA un 40%, esto es, unos 480 millones de euros. Ahora bien, la enajenación de Santillana, cada vez más necesaria, dejaría muy mermado al grupo: la filial aporta el 57% de las ventas y el 72% del Ebitda de PRISA.

Vender Santillana… o vender Santillana. La alternativa es Carlos Slim, pero, como adelantó Hispanidad, el mexicano, que ya posee el 4,3% de El País, no se conforma con parte del grupo, lo quiere todo. Y Moncloa no está dispuesta a entregarle PRISA, ni a él ni a Amber (29% del capital).