• Al presidente del grupo mediático no le importa ser un presidente menos ejecutivo pero impone a Manuel Mirat como Ceo.
  • Es decir, un hombre de su confianza. Y veta a Luis Velo, candidato de César Alierta.
  • Telefónica, HSBC, Caixabank y Santander han dicho que sí a la fuerza. Nadie sabe cómo controlar a Cebrián.
  • Mientras Janli sea presidente nunca lo será con rango honorífico…
  • Además, si el cambio no ha sido real se debe, en parte, a que Alierta ya no preside Telefónica, sino Álvarez-Pallete, para el que PRISA es "una participación financiera".
  • Lo de siempre: Cebrián continúa siendo multimillonario, cada día más, gracias a una PRISA quebrada... en buena parte por sus errores.
Este jueves no es un día cualquiera, sino el previo a que PRISA celebre su Junta de Accionistas, en la cual se prevé que haya espectáculo porque su presidente, Juan Luis Cebrián (en la imagen), ha vuelto a tomar el pelo a sus accionistas-acreedores. Y paradójicamente, la Junta se hará en un sitio idóneo para el espectáculo (eso sí, de más alto nivel que este): de nuevo, en el Teatro Real. Al presidente del grupo mediático no le importa dejar su silla y pasar a un segundo plano, pero a cambio impone a Manuel Mirat como Ceo. Es decir, a un hombre de la casa y también de su confianza, claro está, para que tenga todo el poder ejecutivo, en lugar de Luis Velo, el candidato propuesto por César Alierta. Un movimiento que a su vez supone la destitución del actual Ceo de PRISA, José Luis Sainz. En otras palabras, que Cebrián seguirá mandando lo mismo: o sea, en todo. Telefónica (propietaria del 13% del grupo mediático), HSBC (9,5%), Caixabank (4,9%) y Banco Santander (4,1%) han dicho que sí a la fuerza, aunque ninguno se lo cree. Y es que mientras Cebrián sea presidente nunca va a serlo con rango honorífico… Además, si el cambio de Ceo (Saiz sustituido por Velo) no ha sido real se debe, en parte, a que Alierta ya no preside Telefónica. Es más, el aragonés, el único dispuesto a enfrentarse al gran manipulador Cebrián, ya ni siquiera tiene silla en el Consejo de la teleco, sino que sólo figura al frente de la Fundación Telefónica. Ahora, el presidente de Telefónica es José María Álvarez-Pallete, para el que PRISA sólo es una "participación financiera", según él mismo señaló en una reciente entrevista en El País. "Estamos ahí para dar estabilidad en la medida en que se nos necesite. Pero no hay una intención, ni de aumentar, ni de hacer evolucionar esa participación hacia más", añadió. O sea, no quiere controlar ni poner más dinero sino irse en cuanto pueda, por tanto, tampoco le interesa la última aventura empresarial de Alierta, que apoya al grupo del Heraldo de Aragón para que este se coma a PRISA. Y por si todo esto fuera poco, en la Junta se volverá a cuestionar el elevado sueldo (1,8 millones de euros) de Cebrián, así como las retribuciones y los bonus (variables) del resto de consejeros. El espectáculo está asegurado, porque PRISA estará quebrada pero Cebrián sigue siendo multimillonario, y cada día más, gracias a una PRISA a cuya quiebra ha contribuido con sus errores. Cristina Martín cristina@hispanidad.com