Semana de investidura presidencial, casi tres meses después de las elecciones del 28 de abril, cuyos resultados ya habíamos olvidado. Por primera vez desde la Guerra Civil, los comunistas pueden volver al Gobierno de España. Bueno, ahora son neocomunistas. Es decir, ya no llegan al poder mediante la revolución violenta, sino mediante las urnas y el pacifismo intimidatorio.

Eso sí, Sánchez está desafiando al Nuevo Orden Mundial: el NOM no admite neocomunistas ni la OTAN ni en los mercados, ni en seguridad, ni en economía

Y esos neocomunistas (neocom) estarán apoyados por separatistas vascos y catalanes. Tampoco se extrañen si el PNV introduce un submarino en la mesa del Consejo de Ministros como hizo durante la II República. ¿Ministros del PNV? ¿Por qué no?

Pronto podremos saber en qué consiste un Gobierno progresista. Para Podemos supone la única supervivencia posible

A Pedro Sánchez poco le importa todo esto con tal de continuar en Moncloa. Tenemos por presidente al mayor insensato de la democracia. No, ZP no era insensato, era perverso, sabía perfectamente lo que quería: descristianizar España. ZP era malo y sabía lo que hacía, Sánchez es tonto chuleta que actúa como aprendiz de brujo. Pero recuerden: el malo descansa, el tonto no.

Eso sí, está desafiando al Nuevo Orden Mundial: el NOM no admite neocomunistas ni a la OTAN ni en los mercados, ni en seguridad ni en economía. De ahí los ministerios a los que pueden ser candidatos los podemitas, los ministerios llamados 'sociales', donde no pueden dañar ni a la defensa ni al orden público ni a la economía… pero sí a las cuestiones ‘sociales’ (o sea, morales), donde son tan cristófobos como el PSOE: Educación, Sanidad, Cultura, Justicia, etc. Es decir, aborto, eutanasia, homomonio, persecución del varón, libertad religiosa, ideología de género… allí donde más daño pueden hacer, donde más anticlericales se puedan mostrar y donde más coinciden los progres de Podemos con los progres del PSOE.

ZP era malo y sabía lo que hacía, Sánchez es un tonti-chuleta que actúa como aprendiz de brujo. Pero recuerden: el malo descansa, el tonto jamás

Ahora ya sabemos en qué consiste un Gobierno progresista. Además, para Podemos supone la única supervivencia posible ante a división del partido, división que es producto de la arrogancia de Pablo Iglesias, una arrogancia que nadie soporta en Unidas. Ahora, don Pablo pretende mantener el control de su reducido grupo parlamentario y vengarse desde su escaño de la humillación que ha supuesto el veto de Pedro Sánchez.

Ojo: si esta semana hubiera la más mínima posibilidad de lograr la abstención de Ciudadanos o del PP, Sánchez dejaría tirado a Podemos

Ahora bien, si durante esta semana de debate de investidura hubiera la más mínima posibilidad de lograr la abstención de Ciudadanos o del PP, o de ambos… Sánchez, no lo duden, dejaría tirado a Podemos. De eso se encarga Iván Redondo, porque, en Moncloa, además de Sánchez y Carmen Calvo, hay alguna cabeza aguda. De los tres, no lo duden, Iván es el más peligroso. Los otros dos sólo son feministas, intelectualmente inanes.