Voces a favor y en contra del gobierno colombiano continuaban el lunes manifestándose en medio de la polémica que la semana pasada desató un informe de Naciones Unidas que condena el manejo de los derechos humanos en el país, informa Diario Libre.

Según el informe de la ONU, en Colombia persisten situaciones de violencia que generan “graves” violaciones a los derechos humanos, entre ellas, agresiones a activistas, pueblos indígenas, niños, así como “privaciones arbitrarias” de la vida. Y añade que el gobierno debe “atender las causas estructurales que generan violencia, especialmente en zonas rurales”.

El gobierno del presidente Iván Duque rechazó esas y otras declaraciones y aunque dijo que respetaba “el carácter multilateral que tiene la organización”, a su criterio el organismo comete intromisiones. El mandatario dijo que, por ejemplo, sugerir que la policía pase al Ministerio de Interior es un debate que corresponde únicamente a las autoridades colombianas.

Entre las recomendaciones expresadas en el informe, la ONU sugirió iniciar investigaciones “exhaustivas, efectivas e independientes” sobre el presunto uso excesivo de la fuerza de las autoridades en las protestas recientes, revisar los protocolos de éstas, restringir el uso del ejército en tareas relacionadas con la seguridad ciudadana y fortalecer la capacidad institucional de la policía.

Cabe recordar que el pasado 21 de noviembre, estudiantes y centrales obreras convocaron a un paro nacional para rechazar medidas económicas de Duque. Iniciaron de manera pacífica, pero acabaron el disturbios que dejaron al menos cuatro muertos y más de cien heridos.