Seguidores del gobernante Frente Sandinista de Nicaragua profanaron este martes con insultos, robos y agresiones la misa de cuerpo presente en honor al fallecido poeta y sacerdote Ernesto Cardenal en la Catedral de Managua, denunciaron los asistentes, recoge Diario Las Américas.

 

Los partidarios del actual Gobierno tirano de Daniel Ortega ocuparon las bancas de la parte izquierda y los alrededores de la iglesia, desde donde gritaban consignas del régimen sandinista e improperios a los familiares, amigos y opositores que asistieron a la ceremonia, que fue presidida por el nuncio Waldemar Stanislaw.

Además de literato, el también sacerdote fue una de las figuras clave de la Teología de la Liberación y estuvo estrechamente vinculado con el movimiento sandinista, de cuyo Gobierno formó parte. Y es precisamente por este último punto por el que tuvo un sonado desencuentro con el Papa Juan Pablo II  el 4 de marzo de 1983, recuerda ABC.

Ese mismo 4 de marzo de 1983, los sandinistas recibieron al Papa Juan Pablo II en un ambiente totalmente hostil. Durante la misa, miles de personas se congregaron en la plaza, pero no para escuchar las palabras del Pontífice, sino para interrumpirle cuantas veces pudieran. Era una orientación del gobierno sandinista, recuerda Spotlight.

Francisco decidió hace un año levantar la suspensión y rehabilitar en sus funciones de sacerdote a Cardenal, quien volvió a tomar los hábitos de manera simbólica

Pues bien: Juan Pablo II abroncó públicamente a Ernesto Cardenal en el aeropuerto de Managua por su defensa de la Teología de la Liberación y por formar parte del Gobierno sandinista como ministro de Cultura (1979-1987) tras colaborar con el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en el derrocamiento del dictador Anastasio Somoza.

Décadas después, Cardenal decidió abandonar el movimiento sandinista en protesta por la dirección y el rumbo que el partido estaba llevando bajo la dirección de Daniel Ortega, a quien le llegó a acusar de «dictador», en los años 90. Cardenal, que cumplió las penas canónicas impuestas por Juan Pablo II, fue absuelto y rehabilitado en febrero de 2019 por el Papa Francisco, regresando de nuevo al seno de la Iglesia, recuerda ABC.

Ocurrió que estando ya enfermo, Francisco decidió hace un año levantar la suspensión y rehabilitar en sus funciones de sacerdote a Cardenal, quien volvió a tomar los hábitos de manera simbólica para bendecir, desde la cama del hospital en el que se hallaba, al obispo auxiliar de Managua Silvio José Báez, quien había pedido al poeta su bendición, añade ABC.