Este viernes, llega más judicialización de la vida política, cómo no, relacionada con Cataluña. Esta vez ha sido Ciudadanos el que se ha querellado contra el presidente del Parlament catalán, Roger Torrent (ERC), al considerar que ha cometido un delito de desobediencia por no acatar la orden del Tribunal Supremo (TS) de suspender a los diputados procesados por rebelión.

En concreto, dicha desobediencia se refiere a cuando Torrent permitió que la Mesa del Parlament modificara el procedimiento (un “cambalache procedimental”, en palabras del portavoz de Cs en el Parlament, Carlos Carrizosa) para que diputados de ERC que están en prisión preventiva -Oriol Junqueras y Raül Romeva- pudieran designar a un sustituto que asumiera sus funciones. Por ello, Ciudadanos también ha extendido la querella presentada ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) contra los miembros de la Mesa del Parlament de partidos soberanistas y su líder en Cataluña, Inés Arrimadas, ha subrayado que un diputado procesado debe ser suspendido y no puede delegar el voto y que “Torrent sigue los mismos pasos que su antecesora, Carme Forcadell (en prisión desde el pasado 23 de marzo), y se piensa que está por encima del bien y del mal”. 

La reacción de Torrent a la querella no se ha hecho esperar. El presidente del Parlament ha respondido a Cs a través de Twitter: “Quieren ganar en los tribunales lo que no ganan en el #Parlament. Sus amenazas no nos harán retroceder ni un milímetro en la defensa de los derechos y las libertades. En política la solución pasa por las urnas, no por los juzgados”. Parece que el político de ERC olvida que Ciudadanos ganó las elecciones catalanas del pasado 21 de diciembre, aunque no logró apoyos para gobernar. 

Y por cierto, la querella presentada por la formación llega sólo unos días después de la que Vox ha presentado contra el presidente de la Generalitat, Quim Torra, por “conspiración para la rebelión” y pidiera su ingreso en prisión preventiva. Parece que en lo de llevar a los tribunales a los soberanistas catalanes se parecen un poco los de Albert Rivera y los de Santiago Abascal... algo que puede venir bien para Andalucía.