• Ahora bloquea el apoyo político y financiero para grupos abortistas en la reunión del G7.
  • El comunicado final no usa la terminología preferida de la industria del aborto: habla de fortalecer la salud materna e infantil.
  • Una exclusión de términos que también se dio en los acuerdos del G20 de este verano.
  • Y en 2015: más de 60 delegaciones de la ONU hicieron reservas cuando se aprobaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
  • Desde los 90, el término "salud sexual y reproductiva" ha permitido que proabortistas reciban apoyo político y financiero internacional.
  • Pero en Trump tienen un enemigo duro de roer: ha cortado la financiación al Fondo de Población de la ONU y a Planned Parenthood y compañía.
La Administración Trump se mantiene firme contra el eufemismo de la "salud sexual y reproductiva", el cual ampara el derecho al aborto. Esto supone una muy buena noticia de cara al derecho a la vida. EEUU ha bloqueado el apoyo político y financiero para grupos abortistas en la reunión del G7, según informa Friday Fax. En concreto, ha logrado que en el comunicado final de la cita mantenida entre los ministros de salud de las siete economías más grandes del mundo no se usara la terminología preferida de la industria del aborto -"salud sexual y reproductiva"-, sino que se hablara de "fortalecer la salud materna e infantil". La Administración Trump propuso un lenguaje de compromiso en las negociaciones por referencia a los acuerdos de la ONU que niegan explícitamente el aborto como un derecho internacional. Al final, fueron los negociadores de Canadá y Europa los que no quisieron mencionar en absoluto la "salud sexual y reproductiva" y prefirieron eliminarlo totalmente, antes de calificar el término excluyendo el derecho al aborto. Una exclusión de términos que también se dio en los acuerdos del G20 de este pasado verano. Y en 2015, más de 60 delegaciones de la ONU -incluida la Santa Sede- hicieron reservas cuando se aprobaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aunque al final no bastaron para impedir que el número 3 (salud y bienestar) tuviera entre sus metas "garantizar el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva", es decir, promoviera el aborto. Desde la década de los 90, el término "salud sexual y reproductiva" ha permitido que grupos proabortistas reciban apoyo político y financiero internacional. Por tanto, se les ha situado al mismo nivel que otros grupos involucrados en la salud materna, la planificación familiar, así como el tratamiento y la prevención de enfermedades de transmisión sexual (ETS). Algo que resulta bastante chocante, pues no es lo mismo ayudar a quitar vida que ayudar a darla y/o mejorarla. Pero en Trump los grupos proabortistas tienen un enemigo duro de roer. Desde que está al frente de la Casa Blanca no sólo ha influido en reuniones del G7 y del G20, sino que a nivel interno ha cortado la financiación que EEUU aportaba al Fondo de Población de la ONU, así como las ayudas a centros y ONGs que practiquen y promuevan abortos (Planned Parenthood, entre las más conocidas), y también ha prohibido financiar abortos en el extranjero. Razones por las que Trump no cae muy bien entre los seguidores del Nuevo Orden Mundial (NOM)… Cristina Martín cristina@hispanidad.com