• Larry Page y Sergey Brin quieren potenciar, entre otros, los servicios relacionados con la salud.
  • En nueve años, la empresa ha destinado más de 16.000 millones de euros para adquirir otras compañías.
  • De momento, el buscador seguirá siendo la principal fuente de ingresos.
  • Sundar Pichai se consolida como hombre fuerte del grupo al ser nombrado Ceo de Google.
De momento, sólo es una reestructuración de su estructura corporativa, pero, como toda reestructuración interna, esconde razones más profundas. Hablamos del salto que ha dado Google al agrupar todas sus divisiones o áreas de negocio en una sola firma, Alphabet. A partir de ahora, Google será una filial más del grupo aunque, eso sí, la más importante, por tamaño y por ingresos. Al frente de Alphabet estarán los dos fundadores de Google, el norteamericano Larry Page y el ruso Sergey Brin (ambos en la imagen, de izquierda a derecha). El que ha consolidado su posición dentro del grupo ha sido Sundar Pichai, hasta ahora responsable de productos tan emblemáticos como el sistema operativo Android o el navegador Chrome. Pichai es, a partir de ahora, consejero delegado de Google, en sustitución de Page, que ha pasado a ser Ceo de Alphabet. Brim es el presidente. Como ya hemos señalado, estos cambios van más allá de una simple modificación estructural. Persiguen, sobre todo, captar más dinero, ya que permitirá a los inversores diferenciar mejor qué áreas de negocio van por el buen camino y qué áreas no funcionan. Hay que tener en cuenta que Google –ahora Alphabet- está innovando constantemente, buscando nuevos productos y servicios. Y cuando no es ella la que innova, se hace con la empresa que estima oportuno. Para que se hagan una idea, desde que compró Youtube en 2006 por 1.650 millones de dólares (1.490 millones de euros), el gigante tecnológico se ha gastado más de 17.750 millones de dólares (16.025 millones de euros) sólo las adquisiciones más mediáticas como fueron las de DoubleClick en 2007 o Motorola Mobility en 2011. A esto hay que añadir el hecho de que no todos los proyectos salen bien. Por ejemplo, las Google Glass o la red social Google . En cualquier caso, tanto Page como Brim tiene claro que uno de los sectores más prometedores en un futuro próximo es el de la salud. Aunque su apuesta ya comenzó en 2013 con la creación de la empresa Calico, ha sido a partir de este año cuando los co-fundadores del grupo se han puesto en serio e invertirán unos 425 millones de dólares sólo en investigar tecnologías médicas que puedan alterar el ADN y, en definitiva, alarguen la vida humana. Aunque la salud tendrá, sin duda, un papel fundamental en el futuro de Alphabet, no hay que olvidar otros proyectos más cristalizados como, por ejemplo, el coche autónomo, que ya circula en modo experimental por las carreteras de California. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com