• Asistimos a un golpe de Estado civil contra el magnate, vencedor en las urnas el 8 de noviembre.
  • Obama interfiere, a pesar de ser presidente saliente: ordena a Inteligencia "una revisión completa" de las elecciones.
  • Y para más polémica, espera que el informe esté listo antes del 20 de enero, fecha de la toma de posesión.
  • Es el segundo paso del 'montaje', después de que la CIA apuntara que Rusia intervino en campaña a favor de Trump.
  • Para el exembajador británico en Uzbekistán es un invento porque si no habría habido arrestos o persecuciones.
Ha pasado algo más de un mes desde la victoria contra todo pronóstico de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EEUU, pero muchos no están dispuestos a ponerle la alfombra roja hasta la Casa Blanca. Entre ellos, el propio Barack Obama, que no hace otra cosa que ir poniendo piedras en vez de facilitar la transición: un montaje en el que todo vale para evitar que el presidente electo asuma el poder. Estamos, por tanto, ante un golpe de Estado civil contra el magnate, vencedor en las urnas el pasado 8 de noviembre. El primer signo se vio en la comparecencia de la candidata demócrata, Hillary Clinton, tras su derrota, donde llegó a afirmar que le debían a Trump "la oportunidad de liderar el país". Pero en realidad los demócratas no le tienen que dar ninguna oportunidad, sino que Trump se ha ganado liderar EEUU porque así lo han decidido los ciudadanos en las urnas. Claro que el principal signo del golpe de Estado civil contra el magnate lo encontramos en la interferencia de Obama, a pesar de que es el presidente saliente. En concreto, acaba de ordenar a las agencias de inteligencia estadounidenses que realicen "una revisión completa" de las elecciones del 8 de noviembre. Y para más polémica, espera que el informe esté listo antes del 20 de enero, fecha de la toma de posesión. Mientras, Trump no interferirá en la investigación, según ha asegurado su jefa de campaña, Kellyanne Conway. Este es el segundo paso del 'montaje', después de que hace unos días la CIA apuntara que Rusia intervino en la campaña a favor de Trump, mediante los e-mails robados difundidos por Wikileaks. Claro que eso supone poner en tela de juicio ni más ni menos que la ciberseguridad estadounidense y muchos dudan de la veracidad del informe. El propio Donald Trump cargó contra los espías al conocerse sus conclusiones, diciendo que "son la misma gente que dijo que Sadam Hussein tenía armas de destrucción masiva". Como saben, aquel argumento sirvió a George W. Bush para justificar la invasión de Irak en 2003, aunque después resultó ser falso. Asimismo, el exembajador británico Uzbekistán, Craig Murray, ha señalado que el informe de la CIA es algo inventado porque si no habría arrestado a alguien ya o le hubiera perseguido como hizo con Edward Snowden o Julian Assange. Según recoge The Guardian, Craig es un estrecho colaborador de Assange y sabe quién filtró los e-mails: no apunta a Rusia ni a hackers sino a un insider (persona enterada) y habla de fuga de información privilegiada. Cristina Martín cristina@hispanidad.com