En el País Vasco se celebran elecciones regionales el próximo 5 de abril. Y las encuestas vaticinan un buen resultado para el PNV.

Sin embargo, al Gobierno del PNV, partido que presume de su buena gestión y seriedad en general, le ha estallado un escándalo medioambiental del que está por ver si tendrá consecuencias electorales.

Se trata del derrumbe de toneladas de materiales en el vertedero vizcaíno de Zaldibar que hace diez días sepultó a dos trabajadores todavía no localizados. Las labores de rescate de los dos trabajadores tuvieron que quedar suspendidas solo un día después del accidente, al haberse detectado la presencia de amianto y solo pudieron reanudarse una semana después, a la vez que continúan las tareas de extinción de los incendios y de estabilización del terreno, informa RTVE.

El vertedero industrial, donde se produjo el derrumbe, acumulaba escorias, papel, plásticos, cemento con amianto y, según parece, residuos peligrosos muy cerca de 50.000 vecinos. Verter Recyling, la empresa responsable del vertedero, admite a día de hoy que no conoce las causas que derivaron en el derrumbe del vertedero. El vertedero se inauguró en 2007 y contaba con una vida útil para 35 años, aunque después de 13 años ya desbordaba su capacidad, añade COPE.

El lehendakari Íñigo Urkullu rechazó la ayuda de la Unidad Militar de Emergencias (UME)

Además, el lehendakari Íñigo Urkullu rechazó la ayuda de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

Para más inri, este lunes, una comisión técnica informó a los vecinos de Ermua sobre la situación de Zaldibar. Pero el experto enviado no calmó a los vecinos, sino que los alarmó aún más al asegurar que las emanaciones que produce el vertedero son de un material similar al que se usó para envenenar a un político ucraniano. “Ustedes conocerán el caso del envenenamiento del presidente de Ucrania hará unos 20 años, le destrozaron la cara intentando asesinarle. No hablamos de esos niveles”, dijo ante la estupefacción de unos vecinos hartos de tanta mentira, según recoge COPE.

Ante todo ello, Urkullu ha lamentado hoy martes los "errores" que haya podido cometer el Gobierno Vasco tras el derrumbe del vertedero de Zaldibar, aunque ha precisado que su actuación tiene carácter subsidiario porque la responsable de la gestión es la empresa propietaria del vertedero, y ha asegurado que la "prioridad" es encontrar a los dos trabajadores que todavía siguen sepultados, recoge RTVE.

Los tres grupos de la oposición en el Parlamento Vasco, que han solicitado la comparecencia del Gobierno Vasco sobre el derrumbe, han coincidido en su intervención en la Diputación Permanente en que el Ejecutivo "no ha estado a la altura".

La portavoz de EH Bildu, Maddalen Iriarte, ha criticado que Urkullu dé explicaciones "tarde y obligado" y ha señalado que esta crisis ha puesto sobre la mesa el tema de los residuos" generando una "crisis de credibilidad" en el Gobierno, que "no ha estado a la altura" y ha actuado con "falta de empatía, descoordinación, descontrol y falta de transparencia".

Por su parte, el portavoz de Elkarrekin Podemos, Lander Martínez, ha criticado la "falta de liderazgo" del Ejecutivo de Urkullu en esta "crisis" y ha denunciado que el derrumbe del vertedero no ha sido un accidente natural inevitable, sino fruto de "una cadena de negligencias administrativas". "El Gobierno ha tardado mucho en gestionar este desastre" y "una semana después sigue sin estar a la altura", ha dicho.

El popular Alfonso Alonso ha hablado de "ocultamiento de responsabilidad, de escurrir el bulto y de recurrir a mandos inferiores hasta que la presión fue creciendo" y el lehendakari y los consejeros se han visto obligados a dar explicaciones. Todo ello, junto con una "gestión desafortunada de esta crisis", ha ocasionado una "falta de confianza" de los ciudadanos en las instituciones públicas, ha añadido.