Según el último barómetro de ABC/GAD3 sobre las elecciones gallegas, publicado hoy, el PP volverá a imponerse en Galicia con holgura y seguirá en el poder, sin necesidad de aliarse con Ciudadanos ni Vox, partidos con una escasísima implantación en esta comunidad. En la izquierda, el populismo se hunde y tanto los socialistas como los nacionalistas del BNG recogen sus votos perdidos.

En concreto, el PP lograría en este momento una mayoría absoluta de 41 diputados (46,9% de voto), en un Parlamento de 75. Son los mismos que consiguió en las elecciones de septiembre de 2016.  Cs tiene una estimación de voto del 1,7%. Vox, del 2,9% (cero diputados).

Las marcas En Marea/Galicia en común pasarían del 19,1 por ciento de voto de septiembre de 2016 a solo el 5 por ciento. Los catorce diputados que lograron en las pasadas elecciones se quedarían ahora en dos. Los socialistas gallegos se consolidan como primer partido de la oposición, con una estimación de voto del 26,2 por ciento (8,3 puntos más que en 2016), y pasarían de tener catorce diputados a 21. Siguen siendo 20 menos que el PP.

El BNG también se beneficia del desastre de los populistas. Casi dobla su voto y sus escaños: del 8,4 por ciento al 14,7 por ciento, con once diputados, frente a los seis de 2016.

Todo esto, en lo que respecta a Galicia. Y en lo referente a las elecciones en el País Vasco, según el último barómetro de ABC/GAD3, publicado ayer, el PNV amplía su ventaja como primer partido en esa comunidad y podría elegir socio para gobernar, mientras que Bildu también mejora sus resultados.

En concreto, el PNV obtendría ahora un 40,5 por ciento de los votos, frente al 37,4 por ciento de las elecciones autonómicas de septiembre de 2016. Frente a los 29 escaños que logró entonces, ahora se situaría con 31-32, en un Parlamento que tiene 75 diputados. El PSE se mantiene más o menos con la misma fuerza que en 2016, cuando alcanzó el 11,9 por ciento de los votos y nueve escaños. Ahora obtiene un 12,3 por ciento de estimación de voto, con un diputado más, hasta los diez. Entre el PNV y los socialistas sumarían hasta 42 diputados, por encima de la barrera de la mayoría absoluta (38 escaños).

Bildu, del 21,1 por ciento de 2016 pasaría ahora al 22,4 por ciento, con 18-19 escaños, frente a los 17 de las anteriores elecciones autonómicas. Mientras que Podemos pierde casi cuatro puntos en estimación de voto: del 14,8 por ciento al 10,9. Pasaría de sus once diputados actuales a tener entre siete y nueve. El PP cae del 10,1 por ciento de voto al 7,9 por ciento, y sus nueve diputados actuales se quedarían en solo siete. Ciudadanos es un partido prácticamente insignificante, que apenas aporta nada: solo obtendría un 0,8 por ciento de voto, frente al 2 por ciento de 2016. Vox apenas existía en las elecciones de septiembre de 2016: consiguió un 0,1 por ciento de votos. En Álava sumó 774 votos. Ahora, el partido de Santiago Abascal subiría hasta el 2,1 por ciento.

Por cierto que hoy La Razón publica una encuesta sobre intención de voto a nivel nacional. El PSOE pasaría del 28% del voto el 10 de noviembre del año pasado al 26,9%. El PP, del 20,8% al 22,2%. Vox, del 15,1% al 16,1%. Podemos, del 12,9% al 13,2%. Y Cs, del 6,8% al 5,6%.