Rueda de prensa del Comité técnico, originalmente presidido por Fernando Simón, un hombre que siempre dice la verdad pero con efecto retardado.

Las cifras: crece el número de muertos en 24 horas: 378 nuevos fallecidos hasta un total de 22.902. Hay 3.000 nuevos contagiados. En total, los infectados suman ya 223.000. Eso sí, los contagiados durante esas últimas 24 horas vuelven a ser menos que los curados. Esto es bueno.

El problema de fondo continúa: ¿por qué a nuestro cuerpo le cuesta tanto acabar con este coronavirus tan extraño? No hay respuesta

Ahora bien, después de seis semanas de confinamiento, que se suponía iba a ser la panacea de don Pedro Sánchez, es, pura y sencillamente un desastre de proporciones colosales, que ya ha costado casi 23.000 muertos en España por el coronavirus.

En toda la etapa democrática española, donde he ejercido como periodista, no recuerdo una estafa política tan colosal como la perpetrada por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias a costa del coronavirus. En un principio pensé que Santiago Abascal exageraba cuando calificaba la política del Gobierno Sánchez contra el coronavirus como “criminal”. Ahora creo que empleó un término que rozaba la literalidad: ninguna exageración.

Fernando Simón: “Todavía no tenemos un tratamiento eficiente contra los enfermos de coronavirus”

Pero la orden oficial es que estemos felices y contentos. Prisioneros pero felicísimos. Miren lo que cuenta el omnipresente Fernando Simón. Podría resumirse de esta guisa: Vamos bien pero vais a seguir mucho tiempo encerrados. Y además, en el entretanto, seguiremos persiguiendo al “irresponsable” e “insolidario”. Es decir, al hombre libre.

Y todo esto me deja frío, lo reconozco. Son ya demasiadas semanas soportando la ópera bufa de un Ejecutivo sinvergüenza y me he acostumbrado. Ahora bien, lo que me resulta insufrible es la repugnante propaganda del Gobierno sobre lo contentos que están los niños porque Sánchez les permite salir, tras seis semanas encerrados… Eso ya me produce arcadas. Contemplo a una RTVE especialmente activa en esta monserga, en esta vomitiva utilización de los niños que se muestran ante las cámaras contentos y felices porque míster Sánchez les deja salir a la calle una hora al día.

Mientras, el problema de fondo, y esto no es achacable a Pedro Sánchez ni a su novio, Pablo Iglesias, es el siguiente: seguimos sin saber por qué a nuestro cuerpo le cuesta tanto acabar con este coronavirus tan extraño. Y esta es la clave porque al final, será Dios, es decir, nuestro cuerpo creado, quien venza al virus, como siempre. Será nuestro organismo quien se inmunice contra el Covid-19. Como reconoce el propio Simón -y ya es hora de que reconozca algo-, “todavía no tenemos un tratamiento eficiente contra los enfermos de coronavirus”.

La tan denunciada manipulación de cifras por parte del Gobierno es, para Simón, producto de lo difícil que resulta gestionar los cambios… que el propio Gobierno introduce

Suma y sigue: todo indica, como ya defienden hasta premios Nobel, a que el virus fue creado en China y con muy mala leche, un régimen comunista, el de Xi Jinping, defendido por el estúpido Ejecutivo español. En cualquier caso, el coronavirus es como asegura Der Spiegel, made in china. Y lo peor, cada vez son más los que piensan que no es un virus nacido en China sino producido en China. En cualquier caso, es responsabilidad china. Y ojo, porque el semanario alemán, muy progre él, se nos muestra apocalíptico. Asegura que la globalización ha acabado en virus global. 

Made in China

Volvamos al suelo patrio. Aquí, seguimos enredados en nosotros mismos pero, sin ser esta la cuestión principal, tenemos que hablar de ello. La tan denunciada -ya nadie duda de ello, salvo al que le pagan por no dudar, manipulación de cifras por parte del Gobierno -a estas alturas, ‘vox populi’- son, para Simón, producto de lo difícil que resulta gestionar los cambios… que el propio Gobierno introduce. Este personaje pasará a la historia mediática.

¿No sobra autobombo en el Comité Técnico -Sanidad, transportes, policías y Ejército- este último un pelín más ponderado?

Por cierto, ¿no sobra autobombo en el Comité Técnico -Sanidad, transportes, policías y Ejército- este último un pelín más ponderado? Porque la autoalabanza apesta señores del Comité técnico.

Eso sí, ya llevamos seis semanas de arresto domiciliario y es la primera vez, si la memoria no me falla, que oigo al comisario Jefe de la Policía Nacional, José Ángel González, pronunciar la palabra ‘libertad’. Asegura que los españoles han entregado algo tan precioso como su libertad por solidaridad. Yo diría que la han entregado de forma forzosa, pero lo escuchado hoy ya me parece excesivo para un progresista como el comisario González Como buen progre, más partidario del palo y tentetieso que del libre albedrío.  

Ahora sólo cabe que el pueblo español despierte ante la esclavitud al que el totalitario de Pedro Sánchez, ególatra psicopático le somete.