China reconoció que enfrentará "duros desafíos" que afectarán su economía ocasionados por diferentes vaivenes internacionales tales como la relentización, el proteccionismo y el unilateralismo.

"Mirando hacia atrás, podemos ver que no ha sido fácil conseguir lo que hemos conseguido", dijo el primer ministro Li Kegiang. "Una combinación de problemas viejos y nuevos y cíclicos y estructurales han provocado cambios en lo que solía ser un rendimiento económico generalmente estable", explicó.

La dictadura comunista, además, ha decidido unirse a la lucha contra el cambio climático. Eso sí: en un contexto de desaceleración, pues el Gobierno comunista de China ha recortado sus previsiones de crecimiento para el presente ejercicio a una horquilla de entre el 6% y el 6,5%, frente al avance del 6,6% registrado por el producto interior bruto en 2018 (su nivel más bajo desde 1990), según ha expuesto hoy el primer ministro del país, Li Keqiang, durante la sesión de apertura de la reunión anual de la Asamblea Popular Nacional de China, recoge IG.

El entorno económico que afronta China para su crecimiento este año es más complicado y más severo

La caída de la demanda interna, sumada a los efectos que está teniendo la guerra comercial en la economía del gigante asiático ha provocado que la segunda potencia del mundo afronte ahora su momento de crecimiento más anémico de los últimos 30 años.

“El entorno económico que afronta China para su crecimiento este año es más complicado y más severo. Habrá más riesgos y desafíos incluso de los que somos capaces de predecir y debemos estar preparados para una dura batalla”, ha asegurado el primer ministro.

Para combatir esta situación, Li ha esbozado las principales líneas de actuación para el Gobierno pequinés a lo largo de este año, entre cuyas medidas estrella se encuentra un “enérgico” recorte de impuestos y gravámenes para las empresas por valor de 2 billones de yuanes (263.400 millones de euros).

El Gobierno plantea realizar un aumento de la inversión en infraestructuras e impulsar de los préstamos a las pequeñas empresas

De este modo, el impuesto sobre el valor añadido (IVA) aplicado a los productos del sector manufacturero se contraerá del 16% al 13%, mientras que la tasa aplicada al transporte y al sector de la construcción se reducirá un punto porcentual del 10% al 9%.

Asimismo, el Gobierno plantea realizar un aumento de la inversión en infraestructuras e impulsar de los préstamos a las pequeñas empresas. Para lograr este objetivo, el banco central reducirá la ratio de reservas de capital exigido a las entidades financieras de menor tamaño.

En cuanto al empleo se refiere, los cálculos del Ejecutivo pasan por que la economía sea capaz de generar más de 11 millones de nuevos puestos de trabajo en áreas urbanas, mientras que el objetivo de inflación se situaría en torno al 3%, frente al menos del 2% actual.