Credit Suisse es un banco de inversión, trabaja al por mayor, pero sus cuentas durante el primer semestre de 2019 responde a las constantes de toda la banca europea: gana un 25,7% más, los ingresos descienden un 2,3, y los gastos bajan un 5,6%.

En la banca francesa sus dos primeros bancos al por menor, BNP y SG tienen dos cuentas bien distintas pero la tendencia es la misma. En BNP, el beneficio sube un 10% más. La cifra de negocio aumenta menos, un 7%.

Una constante: empeora el negocio pero se mantiene el afloramiento de provisiones

Societé Générale (SG) es aún más llamativo: gana un 18,2% menos, mientras el resultado recurrente baja un 2,1%. Y el riesgo en alza. Mucho beneficio, ¿no?

Los ingleses, más de lo mismo: Lloyds Bank reduce su beneficio un 3,9%, pero es que los ingresos por intereses bajan un 22% y las comisiones suben un 5%.

Barclays gana un 260% más. Pero los ingresos bajan un 1% y todos los márgenes también. Han aflorado provisiones y ha terminado un periodo de pagos de sanciones.  

Banca italiana cuyas cuentas también carecen de lógica: demasiado beneficio para tan poco negocio.

Intesa Sanpaolo. Gana un 4% más. Los intereses bajan un 4%, las comisiones un 4,1 y los costes un 3,2%-.

Estas cuentas de resultados valen para 2019 pero no para el 2020

En resumen: la banca europea se ha convertido, -toda ella- en un sector en declive: sólo gana dinero porque ha bajado la morosidad, y también porque se ha reducido el crédito, pero el negocio típico, los intereses, ha dejado de existir y la reducción de costes, así como el afloramiento de provisiones no utilizadas, son dos elementos, que por su propia naturaleza, tienen más presente que futuro.

Forzar el beneficio para mantener la cotización se ha convertido en algo habitual… y no parece una buena idea. Y lo malo es que los analistas -increíble- están reparando en los fundamentales y claro, un banco que no ganan prestando no es un banco, es otra cosa.

Estas cuentas de resultados valen para 2019 pero no para el 2020.