Sr. Director:

La Presencia de Pedro Sánchez en el Vaticano, para entrevistarse con el Papa Francisco, a petición del propio Sánchez, resulta llamativa, aunque no rara, porque el Papa no tiene ningún reparo, en recibir a todo jefe de estado y/o presidente de gobierno que lo solicite, sean los que sean los motivos, por los que los políticos quieren entrevistarse con el Papa, que además de Pastor Universal de la Iglesia Católica, es jefe del estado más pequeño del mundo, la Santa Sede. Entre los políticos que visitan al Papa, los hay de todos los gustos: católicos fieles y devotos, indiferentes, ateos, agnósticos, o de otras religiones y credos. El Papa recibe a Sánchez en circunstancia muy duras como es la terrible pandemia de la Covid-19 que afecta a todos los países de forma grave y desconcertante, también a España de una forma muy dura.

Es de suponer que hayan tratado no solo de la Pandemia. Sino muy especialmente de las relaciones de la Iglesia Española con el gobierno social-comunista. Las relaciones del Gobierno de Sánchez con la Conferencia Episcopal, las conoce muy bien el Papa Francisco, porque las sigue con preocupación. Son varios los temas conflictivos como: la leyes contra la vida humana; ampliación del aborto, aprobación futura de la Eutanasia, ataques a la familia y al matrimonio con la imposición de la ideología de género, que para al papa es una colonización cultural grave; la imposición del laicismo radical en la vida pública. A lo que hay que añadir el hostigamiento continuo contra la libertad de educación, que garantiza la Constitución a los padres y a los centros educativos.

Los intentos de imponer impuestos injustos IBI a la Iglesia Católica. Con frecuencia los socialistas presionados por su ala más dura, amenazan cuando se les recuerda esta problemática con romper los acuerdos de colaboración entre la Santa Sede y el gobierno de España, que dan ambos resultados tan excelentes para el bien común de los españoles. Bienvenida sea esta importante visita de Pedro Sánchez al papa Francisco, siempre que sirva para algo más que para la foto publicitaria de rigor, por aquellos de que el Vaticano bien vale una misa. Para el Papa Francisco de la Covid-19 sólo se sale todos unidos y nunca unos contra otros. El Papa en la audiencia privada que concedió, en un ambiente distendido y amable a Pedro Sánchez, esposa y personal de la embajada en Roma, les habló de la importancia de la política como acto de caridad y entrega, de su dificultad y de la necesidad de construir la patria al margen de los particularismos. Le recomendó un libro de éxito en Italia Síndrome de 1932, crítica del peligro de las ideologías políticas peligrosas. Acabó su entrañable plática, que Pedro Sánchez siguió son actitud respetuosa como todos los acompañantes, pidiendo a todos los presenten que rezasen por él si eran creyentes, y si no que la manden buenas ondas que le hacen mucha falta.