Sr. Director:

Necesitamos, como ha reiterado el propio Papa Francisco, entrar en verdadero diálogo con la multiculturalidad, sin caer en un relativismo que negocia la identidad cristiana; una actitud contemplativa, capaz de aprender sobre el fenómeno urbano y descubrir el fundamento de esas culturas, que en su núcleo más profundo están siempre abiertas y sedientas de Dios; y poner el acento de nuestra acción en los pobres, excluidos y descartados, cuya presencia en las grandes ciudades, en muchas ocasiones en las puertas de las iglesia, nos interpelan de forma directa para, en medio de las prisas y el trajín de la gran ciudad, no pasar de largo ante el hermano que sufre y nos necesita.

 

 

Domingo Martínez