Las comisiones no paran de subir, según un informe de la OCUUna morosidad disparada, la necesidad de provisionar, la caída de las operaciones, el descenso del consumo, la bajada de las ventas de pisos, la guerra del pasivo… La crisis ha deteriorado las cuentas de resultados y la banca busca dinero debajo de las piedras. 

Las comisiones han resultado ser una herramienta eficaz. Exprimen a los clientes o acaban por expulsarles indirectamente si tienen cuentas con poco dinero y escaso movimiento, mejorando así también los ratios de rentabilidad del banco. En lo que va de año, las comisiones por mantenimiento han subido un 15%, pese a que nadie sabe todavía si este "servicio" consiste en pasarle el trapo del polvo a los billetes o mantenerlos a la temperatura adecuada. También lo han hecho las comisiones por estudio de las hipotecas y créditos al consumo, las de apertura y subrogación, tarjetas de crédito. Según el informe de la OCU, las comisiones no paran de subir.

No obstante, la banca no es precisamente un sector fuera de control. El Banco de España podría poner límite al abuso, pero opera el silencio positivo. De modo que, cuando un banco informa sobre una comisión y el BdE no se opone, sencillamente se pone en marcha. Sin embargo, cuando el Popular intentó en su día cobrar a sus clientes una comisión por sacar dinero de sus propios cajeros, el regulador sugirió que no era una buena idea y la entidad no perdió un minuto en dar marcha atrás. En definitiva, la manga ancha del organismo que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez ha permitido que los españoles seamos los segundos en la lista europea de los que más pagan en comisiones.

Mariano Tomás

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