• El consenso no impresiona a los fanáticos.
  • La embajada española no era el objetivo… pero eso se queda en mera excusa.
  • El asesinato de nuestros dos compatriotas es un mensaje para el Ejecutivo: estamos en guerra, Mariano, quieras o no quieras.
  • Y se trata de esa III guerra mundial de la que habla el Papa Francisco: guerra por etapas, por trozos.
  • En el fondo, es una guerra contra el Occidente cristiano… aunque descristianizado.
  • Y el islam tan sólo representa una de las muchas cabezas de la hidra a la que nos enfrentamos.
La muerte de dos policías españoles destacados en nuestra embajada en Kabul pone en evidencia la política del Gobierno de Mariano Rajoy. El ataque, ni tan siquiera iba dirigido contra nuestra embajada, se nos dice, pero eso es lo de menos, no va más allá de una excusa. El caso es que dos de los muertos son dos compatriotas. La clase política española, y me temo que buena parte del país, se niega a aceptar la verdad cuasi evidente de que estamos en guerra, ahora con los fanáticos islámicos. Es la guerra que el Papa Francisco ha definido como la III guerra mundial por etapas. Es una guerra contra el Occidente cristiano y tiene tanto éxito porque el Occidente cristiano se ha descristianizado, ha apostatado de Cristo. Y ojo, el islam sólo es una de las cabezas de la hidra a la que nos enfrentamos y el mayor enemigo lo tenemos en nuestra propia degeneración moral. Vamos, que el enemigo, mayor y primero, está dentro. En cualquier caso, el asesinato de los dos policías en Afganistán pone en evidencia la política antiyihadista, aquí y ahora, del Gobierno Rajoy. Hasta ahora, don Mariano y su segunda y aspirante al trono, Soraya Sáenz de Santamaría, se han limitado a hablar de la necesaria unidad contra el terrorismo. Han firmado un acuerdo antiterrorista con PSOE, Ciudadanos y bastantes otros (salvo los comunistas de IU y los neocomunistas de Podemos) pero los fanáticos islámicos, sean Al Qaeda, los talibanes o el ISIS, se ríen de ese consenso. Al mismo tiempo, en la guerra directa contra el terrorismo yihadista, España ha mantenido una postura ecléctica: apoya y participa con contingentes menudos pero siempre sin atacar al enemigo, eso lo deja para otros. Y esto se ha mostrado n fracaso. Más vale ponerse una vez colorado que 20 amarillo, señor Rajoy. Porque, la final, no participas en acciones de combate pero te asesinan a tus hombres, porque eres el aliado de los que lo hacen. La política de Rajoy, ojo, la de casi toda la clase política española, es siempre la misma y se resume en el consejo de la madre del piloto: "Tú, ante todo, hijo mío, vuela bajo y despacio". Esa constituye la mejor manera de darse la toña. Rajoy tiene miedo a otro 11-M, que le hizo perder las elecciones de 2004 y tiene miedo al "No a la guerra". Pero recuerden: la invasión de Irak por George Bush era una guerra injusta. Luchar ahora contra el terrorismo del ISIS y compañía es justo y necesario. De lo cual debemos concluir dos cosas: que Rajoy le tiene miedo a todo y que lo único que le importa es ganar las elecciones del día 20 y mantenerse en el poder. ¡Ah!, ¿ya lo sabían? Eulogio López eulogio@hispanidad.com