Muestra su decepción y sorpresa por el giro de la patronal Puede que la patronal tensara la cuerda al modo de ERC. Si a uno le sale bien, por qué no a otros. Pero la cuerda se ha roto. Zapatero muestra pocas esperanzas en la reunión de este viernes y da por cerrado el diálogo social. El responsable, por supuesto, la patronal, que ha saltado las líneas rojas, que ha planteado una enmienda a la totalidad de un documento que ya estaba pulido. Las principales críticas son las que señalaba Trabajo este jueves y que reitera Zapatero este viernes: se cuestiona la defensa jurídica del trabajador ante un despido, se habla de 15.000 millones de rebajas a las cotizaciones a la Seguridad Social y se plantea que el absentismo sea gestionado por las mutuas en lugar de por el INSS.
Para Zapatero estas propuestas son inasumibles y por lo tanto da por cerrado un dialogo social en el que la culpa es de Ferrán. Muestra su decepción y su sorpresa porque en el último minuto se produjera ese cambio. Ellos han hablado de la necesidad de la confianza y el acuerdo habría dado confianza. Además, ha reiterado en varias ocasiones que el gobierno no exigía sacrificios a los empresarios, sino medidas de apoyo a la competitividad de las empresas. Los que están ofreciendo sacrificios son los trabajadores que se quedan en el paro, apunta con demagogia. ¿Ingerencias políticas? Zapatero dice que no le constan, que Díaz Ferrán habla en nombre de los sindicatos. Pero también manifiesta su sorpresa por el cambio de actitud en el último minuto