Hay que ser miserables. En RTVE, la tele oficial española, la que controla el Gobierno Popular, en el primer aniversario de la matanza, se empeña en definir al asesino noruego Anders Breivik como 'fundamentalista cristiano'.

Mató a 77 jóvenes y dejó claro que era un panteísta, ultraderechista,  racista y masón (ver imágen) que, justamente por ello, nada tenía de cristiano, salvo el hecho de que, en su mentalidad de supremacía racial, confundía al Occidente –sí, obra del cristianismo- con el racismo de tintes nazis, tan habitual en Europa central y Escandinavia.

Pero es que la Iglesia fue la primera en condenar el panteísmo nazi y nada más opuesto al nazismo que el cristianismo.

No, lo de RTVE no es un despiste, es una infamia propia de la cristofobia que reina, no sólo en la izquierda, sino también en la derecha pepera española. Una infamia dolosa y puñetera, perpetrada, no por ignorancia, sino por mala fe. Que nadie en el Gobierno Rajoy haya salido al quite de esta catalogación de  la televisión pública nos indica dónde está el PP respecto ala Iglesia y respecto a los católicos.

Eulogio López
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