"Si quieres saber cómo es fulanillo dale un puestillo", asegura el viejo refrán. Pues si quieres saber cómo es un político o un intelectual o un potentado, pregúntale por la vida, por el aborto. No falla.

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa (en la imagen abrazando al Papa Francisco), adscrito a la izquierda, va a haber que sacarle del bolviarianismo, que es una tontuna creada por Hugo Chávez y que no da ni para cinco líneas. En algunas empresas españolas me decían que era el más peligroso de los bolivarianos porque era el más listo de todos, con formación en Estados Unidos y en Europa.

La izquierda española no le quiere, porque la izquierda española no existe: son progres que en lo único que creen es en el credo progre: abajo los curas y arriba las faldas.

Pero resulta que Correa es provida y anti-ideología de género, es decir, antifeminista. Y encima se ha enfrentado tanto a las petroleras depredadoras (sobre todo Chevron) como a los ecolojetas, que pretenden que Ecuador no explote su riqueza en crudo y gas.

Y encima es cristiano. Y encima está sacando a Ecuador de la crisis a costa de enfrentarse a los mercados financieros y a la especulación bursátil.

Correa no adora a Pachamama, la dios-madre-tierra de Evo Morales, ni a los santones hindúes como Nicolás Maduro: adora a Cristo. Pero tampoco traga con la economía financista que pretende imponer el Nuevo Orden Mundial (NOM), cuya expresión más típica es Wall Street. Mantiene el pulso con Estados Unidos y Gran Bretaña a costa de Julian Assange, quien, dicho sea de paso, me parece un ególatra, pero dejemos eso: se trata de defender la inmunidad diplomática de una embajada hispana en Londres, capital del mundo anglosajón.

Correa estuvo en el Vaticano rezando durante la eucaristía de canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II y el Papa Francisco le recibió con un abrazo. Enfrente, estaba la delegación norteamericana enviada por Barack Obama, un hombre progre y financista, cuya política exterior consiste en no comprometerse y sembrar el mundo de guerras civiles (ejemplo la Primavera Árabe). Pues bien, el líder de Occidente, del mundo libre, envió al Vaticano a una delegación de católicos abortistas, como Xavier Becerra, hispano y John Podesta y Katie Beirne Fallon.

Podesta fue jefe de Gabinete de la Casa Blanca, católico abortista (o sea, que no es católico por mucho que se empeñe), creador del 'lobby' americano Centro Para el Progreso Americano, naturalmente abortista. Obama, criatura, o eres malo o eres tonto, o quizás ambas cosas a la vez. Luego, los norteamericanos se quejan de que no se les quiere.

Así que, ¿quién nos conviene más a los cristianos, el bolivariano Correa o el progresista Obama Esperen un momento que me lo tengo que pensar. Pero sólo será un momento.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com