Sr. Director:

Ahora con la muerte en Afganistán de 17 miembros del Ejército de Tierra, entre los que se encuentran oficiales, suboficiales y soldados, se han dejado la vida en acción y merecen nuestro reconocimiento y gratitud.

Ya se trate de un accidente, de un fuerte viento racheado o de un ataque terrorista, la muerte de estos valientes militares en el desierto afgano no ha de poner en solfa en modo alguno los compromisos internacionales de España en Afganistán dentro de la fuerza internacional ISAF. Un suceso así debería, al tiempo que lamentamos su pérdida, hacernos sentir orgullosos porque se han dejado la vida cumpliendo con su obligación al servicio de España y como abanderados de la causa de la libertad.

Es cierto que las investigaciones, deben ser rigurosas por el insoportable coste humano que se ha pagado. Pero que no se traduzca en la manipulación de las familias, en el obsceno uso del dolor para montar programas televisivos llenos de difamaciones y de medias verdades. Por otro lado y volviendo la vista sobre el caldeado panorama político en que vive nuestro país, ningún partido debería utilizar la trágica muerte de estos compatriotas con fines políticos.

Sus familias pueden estar seguras de que muchos españoles somos conscientes de cuál era su auténtica vocación, del sacrificio que hicieron y de la necesidad que nuestra democracia tiene de soldados como ellos. Desde aquí me uno al dolor de sus familiares y amigos.

Elena Baeza Villena

elcar@tiscali.es