Sr. Director:

Iraq es un infierno para todos, pero en especial para los cristianos que sufrieron, hace nada, tremendos ataques contra sus templos, quedando completamente destruidos. Gracias a Dios que no murió nadie, pero eso es algo aleatorio, pues podría haber ocurrido una masacre como de hecho hace meses ocurrió.

Me llama la atención cómo en Occidente se elevan marmóreos minaretes, se ayuda con pingües subvenciones, y se alaba sin recato al Islam, mientras que en Oriente Medio y en África las torres de las iglesias son voladas y los cristianos martirizados y masacrados.

Iraq sólo es la punta del iceberg, pero miremos hacia Sudán, pongamos por ejemplo. ¿Esa es la tolerancia del Islam? Sigamos en Europa subvencionando mezquitas, difundiendo el estudio en las escuelas del Corán, alabando reyes ricos en petrodólares en Marbella y proscribiendo al Cristianismo de la vida diaria, y no tardaremos en ver los dramáticos espectáculos, normales en otras latitudes, de torres de iglesias derrumbadas frente a minaretes erectos y triunfantes.

César Botey

botey@eresmas.com