El consejero delegado de Endesa, Rafael Miranda no se comprometió a evitar los apagones durante este verano adelantado en España, aunque manifestó que entre 2004 y 2005 Endesa ha invertido 1.000 millones de euros para mejorar el suministro en Andalucía.

Lo cierto es que la falta de capacidad de generación, los problemas en la distribución, el calor y la sequía asfixiante van a poner a España en una situación límite, especialmente en toda la cuenca mediterránea, para ser más exactos, de Gerona a Huelva, núcleo del turismo nacional.

Año seco, con poca hidraulicidad, y un calor sofocante que dificulta la transmisión de energía. Manuel Pizarro, el presidente de la compañía, aportó al menos dos problemas que dificultan el suministro en Andalucía: se trata de una región deficitaria en energía, traerla de fuera es difícil y costoso.

Otro dat Andalucía se está convirtiendo, no sólo en un centro de atracción turística, sino en mucho más: se ha convertido en la residencia última de buna parte de los jubilados europeos: 70.000 viviendas en un año en Málaga, más que en Madrid.

A continuación, Pizarro, pronunció una frase que da que pensar: Todo el aumento de calidad de vida termina en un enchufe. Que es algo parecido a decir: la realidad va por delante de la capacidad de generación de las eléctricas. En cualquier caso, una empresa puede quejarse de que no tiene demanda, nuca de que pose demasiada demanda.

Los expertos de la patronal UNESA hablando de que estamos llamados a intensificar las importaciones de energía nuclear francesa durante los meses estivales.  

Por cierto, los expertos no sólo presagian problema de suministro de luz, sino también de agua, lo cual resulta aún más peligroso.