Eduardo Montes sigue siendo presidente de Siemens España, pero seis meses atrás fue ascendido a director general de la división de telecomunicaciones del grupo, y trabaja y vive en Münich. Su sucesor en España procedía de Bayer, otra multinacional alemana, se llama Francisco Belil y le ha sustituido con categoría de Consejero Delegado. Y el bueno de Belil se ha quedado impresionado con el aparatoso, y oneroso, servicio de seguridad que rodeaba a Eduardo Montes. Su despacho era el centro de cinco anillos concéntricos de seguridad, restringido a quienes tenían clave de acceso. Seguridad inmobiliaria a la que hay que sumar el coste de los escoltas, que salían por 600.000 euros al año. Belil ha decidido acabar con ello de un plumazo y establecer una seguridad más asequible.