Desde ATA se exige que los ayuntamientos se aprieten el cinturón Muchos ayuntamientos están en quiebra técnica. Al menos en suspensión de pagos. No pagan o pagan tarde y mal. Muchas empresas han quebrado por el impago municipal y han tenido que despedir a todos sus trabajadores. Un dramón. El plan E no ha aliviado apenas las arcas municipales. Y eso a pesar de que han retrasado obras contratadas para dar prioridad a las aprobadas por el Gobierno de España. Pero siguen sin liquidez.
Así que ahora que se va a renovar el plan E con otros 5.000 millones de euros, lo que reclaman es que en lugar de destinarlo a más obras (que ya no se pueden levantar más aceras), se destine a gasto corriente, es decir, a aliviar deuda, a pagar facturas pendientes de pago. Quizás tenga sentido. Pero como exige ATA, los ayuntamientos también deben de apretarse el cinturón y no seguir gastando a diestro y siniestro.
Lo razonable sería que el Estado adelante esos dineros para pagar servicios ya prestados y se lo anote en la cuenta del debe. Lo que no puede ser es que las irresponsabilidades municipales sean socializadas porque la piedra del zapato aprieta. Una cosa es que el Estado otorgue liquidez y otra que apuntale las incompetencias municipales