Se aferra a su discurso de es una denuncia falsa, no hay caso, el Gobierno me apoya

Mañana de este lunes 16 de noviembre en un céntrico hotel madrileño. El secretario de Estado de Asuntos Europeos presenta el desayuno de trabajo del ministro de Exteriores de Turquía. Pero la noticia se encuentra en la querella presentada contra él por presunto delito de prevaricación. ¿Por qué? Garrido habría concedido a la Fundación Alternativas determinadas subvenciones siendo secretario de Estado de Justicia y miembro del patronato de la Fundación Alternativas.

Garrido se aferra en que se trata de una denuncia falsa. Incluso sugiere que quizás emprenderá acciones contra el Centro Jurídico Tomás Moro. Desde el CJTM responden que probablemente presentarán una segunda querella por injurias y calumnias. Pero vayamos al fondo: ¿Por qué falsa? Garrido argumenta que él no estaba en el patronato cuando se concedieron esas subvenciones. Lo argumenta en una supuesta carta que demuestra la baja a los siete días de ser nombrado secretario de Estado. Pero la carta tiene tres problemas. Primero: no tiene sello de salida. Raro. Segunda: apela a la inminente presidencia de España de la UE. En abril de 2008 no era inminente; en mayo del 2009 sí que lo era. Tercero: ¿Por qué hacer una carta de baja de la Fundación Alternativas con el logo del Ministerio de Justicia? No hay por donde cogerlo. Una de dos: o presenta la carta en el juzgado y se arriesga a un nuevo delito de presunta falsedad documental o termina dando marcha atrás.

Es más: según el registro de Fundaciones, López Garrido se dio de baja el pasado 29 de mayo, justo después de que el CJTM presentara un informe sobre sus irregularidades que sorprendentemente pasó bastante desapercibido.

Pero hay más. ¿Debe dimitir? En opinión del interesado no. No hay caso, no tiene sentido que alguien tenga que dimitir por una denuncia falsa. ¿Quien decide que es falsa? El hecho de que el juez le haya llamado en calidad de imputado sugiere que su señoría observa indicios racionales de criminalidad. Pero es que además, el PSOE ha acuñado la 'doctrina' de que los imputados deben dimitir. ¿Por qué ahora no? Mi caso no tiene nada que ver con el caso Gürtel, argumenta. ¿No?, ¿por qué no? No ha habido lucro personal, señalan desde su entorno. Tampoco en el caso Filesa hubo lucro personal.