No se asusten con el ultimátum del Partido Nacionalista Vasco (PNV) a Zapatero. Sus 6 diputados en el Congreso no son suficientes para bloquear los Presupuestos de 2011 a cambio de que les devuelvan el Gobierno vasco. Además, Patxi López se encuentra muy a gusto con su cargo y no está dispuesto a cederlo.

En cualquier caso, lo de los nacionalistas es lo de siempre: ¿Cómo llamar la atención? Por lo demás, precisaría del apoyo de CiU e incluso más: de una cierta escenificación de una alianza PNV-CiU-PP para que ZP viera el peligro muy próximo. Y en último extremo, siempre pueden renovarse los presupuestos actuales, aunque, desde luego, con el desastre de la política económica de ZP, no resulta muy aconsejable.

No, ZP tiene un enemigo interno, los socialistas de la Vieja Guardia, empezando por el ahora adormecido Felipe González y sus ex ministros o siguiendo por un Joaquín Leguina o un Tomás Gómez, o un PSC, hartos de sus barbaridades y de sus caprichos.

Pero ese frente lo tiene bien controlado porque siempre nos olvidamos de que el presidente del Gobierno es quien reparte los cargos. Así que todo el mundo calla y rema a salvo los que ha defenestrado, caso de Jordi Sevilla, Jesús Caldera o Pedro Solbes.

No, no es fácil que ZP convoque elecciones anticipadas, porque sabe que ahora las perdería. Su única posibilidad es agotar la legislatura.

Luego está la Operación Solana, cuya posibilidad de éxito consiste en conseguir unas primarias. Pero el problema, que el propio implicado niega pero muchos resaltan, es su edad: 68 años.

Por tanto, la hoja de ruta de ZP en el nuevo curso político que ahora comienza consistirá en los de siempre: espera que escampe la crisis económica y, al mismo tiempo, continuar explotando a la fiera progre. El aborto ya no se puede estirar más, ni en su vertiente quirúrgica ni en su vertiente química. Lo único que podríamos hacer es poner un límite al número de nacimientos, a lo chino.

Tampoco la experimentación con embriones humanos, donde ya hay barra libre. ¿Y qué más se puede hacer para favorecer al lobby gay? ¿Decretar la homosexualidad obligatoria?

En materia de libertad de enseñanza, lo cierto es que la asfixia económica de la enseñanza concertada y el olvido del PP sobre el cheque escolar, única salvación de una enseñanza libre, unida a la perversión de la infancia en la escuela, ha dejado sin objetivos al Zapaterismo. Además, el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, ha llevado a la cima lo que comenzaran sus antecesores en el Zapaterismo: no son los padres, sino el Estado, quien educa a los niños. El sistema totalitario cierra así el círculo.

Pero queda algo, un último espectáculo circense para azuzar el arma electoral más potente que existe en España: la cristofobia, el odio al cristianismo, que va mucho más allá del anticlericalismo clásico. Queda la eutanasia. Gregorio Peces Barba, que añora la quema de conventos de la II República, está dedicando los últimos años de su vida a la causa de terminar con la Iglesia. Don Gregorio conocido por los periodistas parlamentarios como la peligrosa Goyita-, maestro espiritual de ZP, ha lanzado la legalización de la eutanasia como el último reto, para mantener galvanizado a los comecuras, al voto anticatólico que en España, es, pueden creerme, mucho más intenso que el voto católico.

Con la inestimable ayuda del nuevo CiU, liderado por el agnóstico Artur Mas, la eutanasia se va a convertir en la estrella de la legislatura. El doctor Montes, por ejemplo asume así una pesada sobrecarga: demandar a todo aquel que se atreva a criticar sus sedaciones de Leganés y asumir la ardua tarea de capitanear a las huestes progres frente a la pérfida reacción que pretende algo tan manifiestamente absurdo como respetar evitar que te manden al otro mundo sin tu permiso aunque, eso sí, por pura clemencia.

La estrella para estos 20 meses que quedan de legislatura es esa: la eutanasia. Que ustedes lo disfruten.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com