Sr. Director:  

He sentido pena y lástima por el hecho de que haya entrado, con fecha 11 de marzo de 2004, en el estéril debate de quién ha cometido el atentado de ese mismo día. Sinceramente, me ha defraudado que un periodismo valiente como el de su periódico, demuestre tan poca sensibilidad y entre en conjeturas que sólo causan división, dolor y malos entendidos.

Sea quien sea el asesino, los hombres de bien debemos estar unidos en este dolor que hoy siente España. Mejor habría sido que todos los que han entrado en esta polémica se hubieran callado hasta que las investigaciones nos indicasen con cierta fiabilidad quién era el responsable. 

Es triste saber que las consecuencias de una acción, sin entrar a enjuiciar la acción misma, pueda ser la causa de un cambio de voto. Espero que esta línea de actuación haya sido un accidente, pues, en caso contrario, su sentido común, desde mi punto de vista, habría pasado a ser historia. A pesar del tono crítico de mi carta, dirigida a quien estimo profundamente, no quiero dejar de reconocer la inmensa labor que su Diario y sus trabajadores desarrollan, ya que en caso contrario caería en una gran injusticia.

José Javier Castro

josecastrovelarde@yahoo.com