La Caixa ha renovado de arriba a abajo su Servicio de Estudios. Nuevo director, Jordi Gual, y como presidente del consejo asesor de dicho servicio el catedrático Jose Luis Garcia Delgado, que durante tantos años estuviera al frente de la Universidad Menéndez Pelayo.

Y la verdad es que el estreno, el primer informe salido del Servicio de Estudios remozado, ha sido a lo grande. El director general de La Caixa, Isidro Fainé afirma que el país goza de una bonanza económica tanto en el mundo empresarial que las familias. Fainé justifica este juicio afirmando que disfrutamos de una gran liquidez. No hay proyecto que no se ponga en marcha por falta de dinero

No sólo eso, sino que Fainé no cree en un pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Para el director de la primera caja española el pinchazo de la burbuja hipotecaria tendría que venir precedida de un fuerte periodo de recesión, con fuertes alzas del desempleo y eso no es previsible.

Lo más gracioso es que este análisis de la economía española actual procede de preguntas periodísticas sobre el escenario político y autonómico creado por el estatuto catalán. Fainé fue uno de los empresarios que rubricó el apoyo al Estatuto, pero no quiere hablar de política. Eso sí, da pistas. Por ejemplo, dice que con el Tripartito no existe más control político sobre las cajas que antes, sino el mismo. Insiste en que la economía española marcha viento en popa y que no existe peligro alguno sobre ruptura de la unidad de mercado, una de las criticas mas habituales de los opositores al proyecto catalán.

Por cierto, Jordi Gual también considera que las cosas no pueden ir mejor. Cree que los presupuestos elaborados por el PSOE sobre un precio del barril de petróleo de 55 $ son acertados, dado que es el nivel de consenso internacional. La única pega que el Servicio de Estudios de La Caixa pone a estos presupuestos es que con un consumo privado disparado el ahorro público debería haber sido mayor. Gual recordó que el español cada vez se parece mas al norteamericano : las familias no dejan de endeudarse.

Nos parecemos e incluso les superamos. Así, nuestro déficit exterior (Balanza por Cuenta Corriente) ya supera en proporción sobre el PIB al de Estados Unidos.