Un portavoz oficial de la compañía Endesa negó a Hispanidad el rumor que durante toda la mañana del viernes ha recorrido Madrid: la incorporación del ex ministro de Defensa, José Bono, en la compañía opada por Gas Natural, en calidad de consejero y miembro de la Comisión Ejecutiva.

El preciado portavoz insistió en que el ministro Bono no entraría en el despacho de la empresa, según un rumor nacido en la emisora de radio Onda Cero y por la red, pero que no tiene ningún fundamento.

Dicho rumor adjudicaba a Bono un papel de pacificador, pero no podría entenderse sino como la entrada del PSOE en la Endesa de Manuel Pizarro, a pesar del apoyo descarado del Gobierno Zapatero a la OPA hostil de Gas Natural sobre la eléctrica.

Al mismo tiempo, los problemas judiciales de los directivos de E.ON, y de sus prácticas presuntamente monopolísticas, han añadido un elemento más al parecer si cabía un elemento más- de incertidumbre a la batalla sobre Endesa. Casi todas las partes en liza están convencidas de que la paz no es posible y de que esta operación deberá decidirse en los tribunales, antes que en los reguladores.

Pero hay algo para lo que sí ha servido este rumor: para demostrar que el futuro de José Bono es más empresarial que político.

Al mismo tiempo (ver resumen de tertulias y desayunos de Hispanidad) el comisario de Economía de la UE, Joaquín Almunia, ha recriminado a su correligionario, el ministro de Industria, José Montilla, su actitud ante la OPA de E.ON, apoyada por el Gobierno de Bruselas. La OPA divide a los partidos, hacia fuera y hacia dentro.