El secretario de Estado de Economía, David Vegara, defiende el modelo alemán de rebajar los costes laborales unitarios para mejorar la competitividad. Según Eurostat, el salario medio español es un 60% del salario medio alemán. Además, se enfrenta a su jefe, Pedro Solbes, quien desautorizó a Zapatero afirmando que sería difícil que el Estado terminase el ejercicio en superávit. Además, Vegara elude hablar sobre su eventual responsabilidad como ministro de Industria: No hago política ficción

Recortar los costes salariales unitarios es la receta. Es la clave que ha permitido que Alemania haya mejorado sus exportaciones desde el 1999 en un 50%, a pesar de la negativa relación euro/dólar. Por su parte, España es el segundo país exportador, habiendo mejorado sus exportaciones en poco más de un 25% desde 1999, ligeramente por encima del Reino Unido y Francia. Es decir, según el secretario de Estado de Economía, David Vegara, no estamos tan mal ni conviene hacer presagios agoreros sobre el problema del déficit exterior.

El problema del déficit exterior se encuentra en la gran fortaleza de la demanda, aunque según Vegara el asunto no es especialmente preocupante porque parte de la demanda se dirige a la formación bruta de capital y además, no existe dificultad para la financiación del déficit. Nuestro país tiene triple A y nuestros bancos no tienen ningún problema en la titulización, señaló. O sea, España va mejor, que diría Zapatero.

Pero claro, la presión de la demanda genera presiones inflacionistas. España tiene ahora un diferencial de inflación de 1,2 puntos, ligeramente por encima del 1,1 de media desde que nuestro país ingresó en la Unión Monetaria. Es decir, tampoco nada fuera de lo normal. Los problemas inflacionarios, además, obedecen básicamente al alto precio del petróleo. Sólo que, pequeño detalle, el alto precio del petróleo afecta a todos por igual.

Por otra parte, el Gobierno insiste en no presentar en los presupuestos la previsión de inflación porque no aportaría nada. Se mantiene en el objetivo marcado por el Banco Central Europeo del 2% a pesar de que sabe que ese objetivo no se ha cumplido jamás. Por cierto, que Vegara no quiere pronunciarse sobre los tipos de interés. Esa es una buena pregunta para el BCE, responde emulando a su jefe Solbes.

Pero lo más interesante viene cuando Vegara se refiere a los costes laborales unitarios. Según su análisis, Alemania ha conseguido repuntar sus exportaciones por unas reformas silenciosas que han permitido recortar los CLU y mejorar sustancialmente la competitividad. Eso sí, reconoce que no han conseguido todavía mejorar la confianza ni la demanda. En todo caso, considera que ese es camino a seguir en nuestro país y sugiere que eso es lo planteado en el Plan Nacional de Reformas remitido recientemente a Bruselas para cumplimentar las exigencias de la Agenda de Lisboa. Ocurre sin embargo, que ese proceso ya ha empezado. Tal y como denuncian desde el PP, los salarios han descendido en los últimos años. Y es que efectivamente, según los datos del Banco de España, los salarios han crecido un 2,5% mientras que el IPC lo hizo al 3,7%. Es decir, existe merma en el poder adquisitivo, aunque Vegara lo niegue.

Desde algunos sectores se ha planteado la existencia de dumping social. Un hecho que Vegara niega, aunque reconoce que el fenómeno de la inmigración ha supuesto un shock de demanda y oferta que plantea retos que conviene abordar. Además, conviene recordar que según datos de Eurostat, el salario medio alemán se sitúa en los 34.600 euros, mientras que el español se coloca en los 21.060 euros, es decir, un 60% del germano. La media de la UE a 15 se sitúa en los 28.020. De esta manera, los alemanes gozan de un margen para realizar recortes salariales que desde luego no gozan los salarios españoles.

En todo caso, Vegara insiste en que España ha mejorado su poder adquisitivo, que la renta per capita ha mejorado y que por tanto, no es partidario de mensajes catastrofistas o agoreros como parón de la economía. No obstante, reconoce que el incremento del precio del petróleo supone una transferencia de rentas a los países productores.

Por otra parte, el secretario de Estado se enfrenta a su ministro de Economía al señalar que, como afirma el Presidente del Gobierno, el Estado terminará en superávit. Si lo dice el Presidente del Gobierno, seguramente será verdad, él tiene más información que un secretario de Estado. Humilde el chico, pero erróneo, porque su ministro de Economía reprendió a Zapatero afirmando que ha habido novedades que probablemente no permitan sostener la afirmación como la sentencia de los tribunales europeos en relación al IVA. Y en este asunto, Vegara ha señalado que no existe todavía una cuantificación.

Por último, el secretario de Estado también ha hecho mutis en relación a los rumores que le colocan como ministro de Industria si la operación charnego tuviera éxito. Básicamente consistiría como hemos informado en primicia- en la sustitución de Maragall por Montilla dejando el hueco del ministerio de Industria para Vegara. No suelo hablar de política ficción, responde el secretario de Estado tras recoger un papelito probablemente de su jefe de prensa en la que presumiblemente se le sugería la respuesta adecuada a la pregunta incómoda.

Además de estos temas, Vegara ha señalado lo siguiente:

  • No tenemos signos de mejora de la competitividad y de la productividad, porque nuestros objetivos son a medio y largo plazo y no esperábamos una respuesta en el corto plazo
  • Nuestro modelo se basa en estabilidad macroeconómica, I D i y mejora de los mercados, como la transformación que emprenderemos de la defensa de la competencia.
  • No haremos mejoras fiscales para transportistas y pescadores porque ya aprendimos en los 709s y 80s que no era un buen camino.
  • Nuestra preocupación es mejorar las capacidades de las empresas y su nivel exportador.
  • Estatut. Serán las Cortes quienes lo deban de analizar, no estoy cualificado para hablar sobre la constitucionalidad o no del texto; hay que conseguir que el respeto a la voluntad original de Cataluña sea compatible con las necesidades de economía española.
  • Alquiler. Debemos de fomentar una política que pase por incentivar el alquiler a través de circuitos profesionales: fondos de inversión, etc. Rechazamos la propuesta de expropiación que plantea la Generalitat.
  • FED. El nuevo presidente de la Reserva federal norteamericana es un hombre de una gran reputación y estoy seguro que será un excelente presidente.
  • Gasóleo profesional. No parece razonable que estando la negociación en marcha yo me manifieste sobre este asunto.
  • El modelo descentralizado ha funcionado razonablemente bien. Creo que hay que felicitarse por el proceso. Pero habrá que avanzar hacia los espacios fiscales propios en la próxima negociación del modelo de financiación autonómica.