Ha sido realmente emocionante escuchar de boca de la vicepresidenta del Gobierno, Mª Teresa Fernández de la Vega, la solidaridad del gobierno español con la Iglesia católica, la Santa Sede "en estos momentos críticos" de la salud del Santo Padre. De la Vega ha señalado que son "unos momentos tristes" no sólo para los católicos, sino para toda la humanidad "a la que el Papa Juan Pablo II ha dedicado los últimos 25 años de su vida". El gobierno, prosigue De la Vega, sigue "con detalle e interés" la evolución de la enfermedad del Papa. Un gesto de solidaridad ante el dolor de un pueblo católico y de una humanidad entera, a punto de quedarse huérfana.