• La estrategia de la compañía italiana es puramente defensiva ante la posibilidad de que la francesa acepte el 8,3% de Telecom Italia que le ofrece Telefónica.
  • Por cierto, la posible fusión entre TIM Brasil y Oi no es más que una maniobra de distracción lanzada desde Roma: la brasileña Oi es mucho más grande que la filial de la italiana.
  • Mientras se resuelve este culebrón, la multinacional española hace caja: recibirá 62 millones de euros de su filial Vivo en pago por intereses de capital.

Todos los expertos dan por favorita a Telefónica frente a Telecom Italia para hacerse con GVT, la filial en Brasil de Vivendi. Y es que la oferta del grupo que preside César Alierta es sustancialmente superior a la del grupo italiano que, por cierto, aún no ha presentado ninguna en firme.

Refresquemos la memoria: Telefónica ha ofrecido a Vivendi 6.700 millones de euros (4.000 millones en efectivo y el 12% de la fusionada, valorado en 2.700 millones), más un acuerdo de contenidos de televisión -el verdadero negocio de la francesa-, que supondría aumentar la oferta hasta los 7.000 millones de euros. Además, la posibilidad de adquirir el 8,3% de Telecom Italia, si quiere Vivendi.

Precisamente, este último punto es el que ha causado más nerviosismo en Roma. No hay que olvidar que estamos hablando de dos empresas -la italiana y la francesa- semipúblicas, en las que los respectivos Gobiernos tienen mucho qué decir.

¿El Estado francés metido en las entrañas de las telecomunicaciones italianas Ni hablar. Ojo, no estamos hablando de espionaje ni nada parecido, sencillamente de intereses nacionales que, paradójicamente, afloran cada vez con más fuerza en la Europa comunitaria.

Por eso, el consejero delegado de Telecom Italia, Marco Patuano, viajó inmediatamente a París para reunirse con el vicepresidente de Vivendi, Vincent Bollore. En su agenda, un único objetivo: disuadir a Bollore para que no ejecute la opción de compra sobre ese 8,3%.

Pero hay un problema: ese porcentaje está valorado en 1.225 millones de euros. En otras palabras: si Patuano no quiere que Vivendi entre en Telecom Italia, debe buscar una alternativa valorada, como mínimo, en esos 1.225 millones.

Toda la estrategia de Telecom Italia va en esa línea. Es puramente defensiva y tiene dos objetivos: evitar la entrada de Vivendi y lograr que la oferta de Telefónica por GVT se encarezca, al menos, en 1.225 millones de euros. Todo lo demás son maniobras de distracción, como difundir que la teleco italiana está interesada en adquirir el operador brasileño Oi, mucho más grande que ella.

Mientras se resuelve este culebrón, Telefónica hace caja con su filial Vivo, de la que recibirá 62 millones de euros en pago por intereses de capital. La compañía ha explicado que estos intereses se cargarán al dividendo mínimo obligatorio para el ejercicio fiscal de 2014.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com