Tercera entrega de la famosa serie vampírica, dirigida a adolescentes, que no depara sorpresas argumentales con respecto a las dos precedentes,  si en caso algo más de acción y violencia.

Al igual que en la anterior película, Luna nueva, Bella se encuentra inmersa en el centro de un triángulo amoroso en el que es admirada por dos originales galanes: un vampiro y un hombre lobo. Por si no fuera suficiente esta complicada situación, también se encuentra en el punto de mira de un ejército de vampiros neófitos (recién convertidos) que amenazan con convertir al pueblo en el que reside en un campo de batalla. Pero, la familia del vampiro Edward reclutará para defender a Bella, y a sus convecinos, a unos singulares aliados: los hombres-lobo capitaneados por el más que musculoso Jacob

La saga Crepúsculo, escrita por la mormona Stephanie Meyer y  de la que forma parte Eclipse, no debe ser englobada en la literatura vampírica sino en la literatura romántica, desde el momento en que los mayores dilemas que se plantean son si Bella acabará o no transformándose por amor en vampiro y si llegará a casarse con su amado Edward. El caso es que esta historia de amor tan edulcorada como simple, adornada con  un envoltorio de chicos de diseño (¡qué buena facha tienen los vampiros buenos e, incluso, los malos!), ha conseguido atrapar a millones de chicas adolescentes en todo el mundo Sinceramente no es lo peor que se ofrece a ese público en pantalla, desde el momento en que, al menos, se da valor a lo que supone la castidad antes del matrimonio. En el apartado formal, la película cuenta con una fotografía excelente responsabilidad del español Javier Aguirresarobe.

Para: Adolescentes que estén atrapadas por esta saga literaria