Sr. Director:
En Octubre se le acaba el paro a un montón de gente. Los políticos juegan a a ver si acierto. Difícilmente acertarán si no apuestan. Pero sólo apuestan a lo políticamente correcto que aporte votos. Y en la calle hay hambre.

No estamos en un país tropical que alargando la mano se coge una fruta. Aquí la fruta hay que currársela y hasta eso se ha transformado en futurible. Manifestaciones y huelgas no se sabe si arreglan las cosas o son un gasto añadido. Y junto a eso un montón de decisiones carísimas a las que se opone la ciudadanía pero nadie le hace caso: tuneladoras que producirán grietas, parquímetros en todas partes, remodelaciones de calles aparentemente inútiles, y tantas otras cosas que suponen un despilfarro del que sólo se aprovechan algunos.

Nos gustaría ver más coherencia en lo que pagamos todos.

Mª Rosa Coll Colom