Medio millón de mexicanos vive en los Estados Unidos, y esa cifra no hará sino aumentar en los próximos años, a pesar de la política antimigratoria del Gobierno federal y de los Estados norteamericanos, y por más que algunos congresistas y senadores pretendan cerrar la larguísima frontera mexicano-estadounidense. Para la Iglesia mexicana la posibilidad de que este flujo migratorio mantenga su fe católica evangelice además el país más poderoso del tierra, y el más influyente, constituye unas de las prioridades apostólicas. Informa Zenit.