Sr. Director:

Había un país que gozaba de cierto bienestar, pero el gobernante, se preocupaba, o más bien se entretenía, en solucionar otros asuntos del pasado, algo que al pueblo en general no interesaba para nada, antes al contrario, viendo como actuaba el gobernante, temía que algo gordo les venía encima si no cambiaba de proceder ocupándose más del buen gobierno.

 

Muchas personas le avisaban del peligro que acechaba y del deber de poner remedio, pero él no paraba más que gastar y gastar… hasta que apareció ese gran riesgo y con él la crisis que tanto negó, incluso acusaba de malos ciudadanos a los que le aconsejaban.

Empezó el mal estar entre los habitantes, llegó el paro, con el paro el hambre, familias enteras viéndose en pobreza sin tener para alimentar a sus hijos, los desahucios, la ruina de la pequeña y mediana empresa, los autónomos, que se quedaron sin trabajo, tuvieron que cerrar y despedir al personal.

Muy pocos se han salvado de esta debacle que asola al país y todo por no tomar medidas con tiempo, al menos como le aconsejaban.

Esta historia de la crisis que se pudo predecir e intentar poner remedio, no se quiso o no se supo poner, así un Estado tan prospero, que estaba en la "Champios league", que era respetado por todas las naciones, ahora se ve abocado en la más triste situación que casi

nadie se fía de él porque ha engañado mucho y muchas veces.

Esto tiene una similitud con la fábula en la que al pastor le gritaban: "que viene el lobo", pero él no hizo caso, este es al revés, puesto que eran muchos los le avisaban: "que viene el lobo" y él no quiso creerlo, finalmente vino el lobo (el paro) y con él la crisis.

Aún así tampoco se creyó del todo. Este mal gobernante, Sr. Director, se llama

D. José Luis Rodríguez Zapatero que continúa debatiendo que la responsabilidad, no es suya, es de los otros.

El desastre nos lleva a más de 5 millones parados y casi 2 millones de pobres. Estos son los auténticos "pobres de Zapatero". Los pobres de quien todo lo ha hecho

por los más necesitados.

De seguir con políticas sociales con está vamos a necesitar ayuda internacional.

Pedro J. Piqueras Ibáñez