
Parece que Fernando Grande-Marlaska estaba bastante ‘inspirado’ este miércoles, pues no sólo ha presumido de “gestión coordinada de la emergencia” en el apagón del pasado 28 de abril. Y es que, encima, se ha puesto digno y ha subrayado que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sólo depende “exclusivamente de jueces y fiscales”. ¿En serio se cree sus palabras? Se le debe haber olvidado que pretendía ‘neutralizar’ al coronel Rafael Yuste (algo que adelantó Hispanidad el pasado 27 de mayo, justo cuando se conoció el cese del número dos de Marlaska). Yuste es un hombre clave en la UCO y en muchos de los casos que lleva dicha Unidad (Begoña Gómez, David Sánchez, Koldo, Ábalos...), con un ascenso.
El ministro del Interior ha referido que “la UCO es una de las piezas clave del funcionamiento del Estado democrático y de derecho de nuestro país”, destacando su “labor fundamental contra el narcotráfico, la corrupción, la trata de personas, la delincuencia económica o la cibercriminalidad, entre otros”. “Un trabajo que realizan conforme a la ley y en dependencia funcional exclusivamente de jueces y fiscales, sólo y exclusivamente de jueces y fiscales ¿pueden ustedes decir lo mismo cuando gobernaban?”, le ha increpado al PP. También ha hablado del aumento de efectivos (de 300 a más e 550) y de plazas ofertadas (de 420 a más de 580) en la UCO, añadiendo que “eso no es descabezar la UCO”, así como de su presupuesto, que se ha duplicado. Además, considera que en dicha Unidad “se puede trabajar con mayor tranquilidad e independencia”, y que el Gobierno Sánchez respeta la justicia y los informes de la UCO elaborados a instancias judiciales. Entonces, ¿cómo valorará las declaraciones de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, cuando se conoció el primer informe de la UCO que apuntaba a Santos Cerdán, y dijo que no veía “nada irregular” en las adjudicaciones?
Marlaska ha insistido, en varias ocasiones, que “no escucharán de este ministro una sola palabra que ponga en duda la valía, la profesionalidad y el honor de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”. Asimismo, ha presumido de que “desde que llegamos al Gobierno nuestro principal propósito ha sido el de dignificar el excelente trabajo de la Policía y la Guardia Civil” y ha destacado que su defensa “ha estado en mis palabras, y ha estado, está y estará en los hechos”. ¿En serio? Debería recordar la persecución que hizo al policía disidente Samuel Vázquez, que fue purgado por denunciar la inseguridad en las calles; y que por dicha persecución han sido imputados el director general de la Policía y un comisario principal. También se le podría preguntar al coronel Diego Pérez de los Cobos o a los policías imputados por el 1-O (cuando a los promotores políticos se les ha indultado y hay una Ley de Amnistía que ha avalado el Tribunal Constitucional). Además, no ha cumplido con la equiparación salarial que pedían policías y guardias civiles, aunque él piense que sí,... y debería tener en cuenta que al romperse un contrato que tenía el Gobierno de España con Israel, obligó a la Guardia Civil a reducir la munición en sus prácticas de tiro. ¡Cuánto cinismo, señor ministro!
Y como era de esperarse, y más cuando su comparecencia era a petición del PP, Marlaska ha aprovechado para sumarse al ‘y tú más’ tan abundante en política y a cargar contra la derecha y la ultraderecha por su “grave instrumentalización de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”. Por ello, ha recordado que “ha sido la derecha desde el gobierno la que se ha servido de la Policía y la Guardia Civil para sus propios intereses, algo que ni la más elaborada de sus mentiras podrá tapar. Y las sigue utilizando para desviar la atención de sus escándalos, su incompetencia y su manifiesta ausencia de proyecto para este país”, ha afirmado.
Marlaska también ha acusado al PP de ser “la hemeroteca de la hipocresía”, pues “convirtió hasta 2018 el Ministerio del Interior en el buque insignia de la corrupción, dirigido por Jorge Fernández Díaz, en connivencia con los dirigentes de su gobierno y de su partido, con la mal denominada policía patriótica”. Ha recordado la trama “que utilizó agentes, y esto sí que está demostrado, para tapar los casos de corrupción, destruir pruebas y fabricar y difundir pruebas falsas”, donde hay una petición de condena de 15 años de prisión que pide la Fiscalía para Fernández Díaz y que se juzgará en los próximos meses. Asimismo, ha destacado que Rafael Pérez fue “un excelente secretario de Seguridad” y que se fue por “motivos personales” para volver a la etapa profesional que tenía antes de entrar en política. Y cómo no, le ha echado en cara al PP que “no hablarán del señor Francisco Martínez (quien ocupó el cargo de secretario de Estado de Seguridad con Fernández Díaz)”.
Entre los logros de Rafael Pérez, Marlaska ha mencionado el aumento de las plantillas de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, aunque calla que también se ha incrementado la violencia y la inseguridad... Asimismo, ha citado que apostó por más plantilla e inversión en la zona de Gibraltar, un plan estratégico contra la cibercriminalidad, dos planes de estratégicos de personas y hasta la creación oficina nacional contra las violencias sexuales (¿por qué será? Olvida que más de una agresión sexual la cometen inmigrantes). Además, está convencido de que la “hoja de servicios” de Peréz será “reconocida y enriquecida” con su relevo, Aina Calvo, que ha pasado de número dos del Ministerio de Igualdad a serlo en el de Interior, ¡igualito uno que otro!