Para sorpresa de todos, el número dos del Ministerio del Interior y mano derecha de Fernando Grande-Marlaska, Rafael Pérez, dimitía ayer de su cargo por motivos personales. Pérez siempre ha estado junto a Marlaska, acompañándole desde el primer día al frente de Interior, primero como jefe de Gabinete y, posteriormente, como secretario de Estado de Seguridad. Y decimos por sorpresa, porque la agenda de Pérez estaba completa esta semana, nadie podía pensar que todas sus citas se canceralan por una renuncia.
Tampoco nadie podría pensar que un fiel de Marlaska, como era Pérez, abandonara al ministro de la noche a la mañana. "Por motivos personales", aunque en plena polémica por una presunta operación contra la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.
La renuncia suena a purga, y es que Marlaska lleva con Sánchez desde el comienzo, y pocos pueden presumir de tal proeza, que su sanchidad no te largue tiene un precio y el titular de Interior parece que está dispuesto a pagarlo. Algunos apuntan a que Pérez podría saber demasiado sobre la operación contra la UCO, otros que podría tener relación con la trama. Y otras fuentes señalan a sus contactos con Koldo como motivo del cese.
En concreto, se habla de varios mensajes del exasesor de Ábalos con Pérez, por la compra de mascarillas a la empresa tutelada por Aldama, por la visita de Delcy Rodríguez e incluso por una petición del ex número dos de Interior, en el que al parecer le pedía a Koldo que favoreciera las condiciones laborales de su cuñado en AENA.
Pérez ha invocado desgaste personal para justificar su renuncia, pero todo apunta a una purga de Marlaska para salvar los platos. Sea como fuere Pérez ya tiene sustituta profesional, Aina Calvo, muy preparada para el cargo. Hasta ahora había sido secretaria de Estado de Igualdad y para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, licenciada en Filosofía y Letras y doctora en Ciencias de la Educación. Su nombramiento irá en el próximo Consejo de Ministros, el mismo día que se cesará a Pérez. Seguramente, Calvo podrá combatir la violencia con letras, y eso es muy necesario, porque ella misma lo dijo: es "más partidaria de conciliar que de confrontar".